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Coche Volvo. Crédito: Pixabay.
En un giro sorprendente, Volvo Cars ha dejado de lado su ambiciosa meta de vender solo vehículos eléctricos (EVs) para 2030, citando una demanda decreciente de autos completamente eléctricos.
La decisión marca un cambio significativo en la estrategia del fabricante sueco, que se había posicionado como líder en el movimiento de electrificación dentro de la industria automotriz.
El plan inicial de Volvo era audaz: hacer la transición completa a vehículos eléctricos con batería para finales de la década. Sin embargo, con el interés de los consumidores en los EVs puros disminuyendo, la compañía ahora apunta a un objetivo más flexible. Para 2030, Volvo espera que el 90 al 100 por ciento de sus ventas globales provengan de vehículos electrificados, que incluyen tanto eléctricos como híbridos enchufables.
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Este objetivo actualizado refleja el reconocimiento de Volvo de las realidades del mercado. Si bien la compañía sigue comprometida con los EVs, ahora permite un pequeño porcentaje de híbridos suaves en su línea de productos.
“Somos pragmáticos y flexibles mientras mantenemos una posición líder en la industria en electrificación y sostenibilidad”, dijo un comunicado de Volvo.
Caída en las acciones de Volvo
La decisión llega después de que las acciones de la compañía cayeran más del 4 por ciento tras el anuncio, y su precio de las acciones haya disminuido un 12 por ciento en los últimos seis meses.
Los coches híbridos en alza
El cambio de Volvo destaca una tendencia creciente en la industria automotriz: los vehículos híbridos son cada vez más preferidos sobre los modelos completamente eléctricos. Este cambio se debe en parte al aumento del costo de los EVs y al desarrollo más lento de la infraestructura de carga, lo que ha dejado a muchos consumidores indecisos sobre pasar totalmente a lo eléctrico.
En la actualidad, el 26 por ciento de la línea de productos de Volvo es totalmente eléctrica, lo que es el más alto entre los fabricantes de automóviles de lujo. Sin embargo, al incluir híbridos enchufables, casi la mitad (48 por ciento) de las ventas del segundo trimestre de Volvo este año fueron modelos eléctricos.
A pesar de estos sólidos números, el mercado de EVs en general enfrenta desafíos. Tesla, pionero en el espacio, ha visto disminuir sus márgenes de beneficio, y el CEO Elon Musk ha reconocido que muchos consumidores se están inclinando hacia opciones híbridas.
La disminución en la demanda de EVs no se debe solo a la preferencia del consumidor. Los fabricantes de automóviles, incluido Volvo, están lidiando con desafíos macroeconómicos, como una guerra de precios en China y nuevos aranceles de la UE y EE. UU. sobre los EVs fabricados en China. Estos factores están creando vientos en contra para la industria, con China ya prometiendo medidas retaliatorias.
Complicando aún más el problema está el fin de los subsidios gubernamentales para vehículos de energía renovable, que antes ayudaban a compensar el mayor costo de propiedad de un EV. Con estos incentivos desapareciendo y los precios del petróleo permaneciendo relativamente bajos, el atractivo de los autos completamente eléctricos ha disminuido. Volvo, al igual que muchos otros fabricantes de automóviles, ha instado a políticas gubernamentales más fuertes y consistentes para facilitar la transición a vehículos más limpios.
Volvo no está sola en reevaluar sus ambiciones completamente eléctricas. Otros fabricantes de automóviles importantes también han retrocedido en sus plazos agresivos para la electrificación total. El CEO de Renault, Luca De Meo, recientemente señaló que los clientes aún no están listos para abrazar por completo los autos con batería, sugiriendo que la industria necesita más tiempo para hacer la transición verde. Mientras tanto, la marca de lujo alemana Porsche ha reducido su objetivo de vender el 80 por ciento de vehículos completamente eléctricos, mientras que Ford y Fiat también han expresado preocupaciones sobre si un plazo para 2030 es factible.
El camino a seguir para Volvo y los EVs
A pesar de estos desafíos, Volvo todavía tiene como objetivo producir entre el 50 y el 60 por ciento de vehículos electrificados para mediados de la década, un movimiento que podría posicionar mejor a la empresa para un futuro eventualmente completamente eléctrico cuando las condiciones mejoren. El fabricante de automóviles ha reafirmado su compromiso de lograr emisiones netas de gases de efecto invernadero cero para 2040, en línea con los objetivos de sostenibilidad globales.