Desde la eliminación de biomasa atrapada en las orillas del Mar Menor hasta la eliminación de miles y miles de medusas, los voluntarios que conforman las brigadas comunitarias en la laguna salada comenzaron temprano el lunes por la mañana a extraer ejemplares de ‘Cotylorhiza tuberculata’ o medusa ‘huevo frito’ del agua.
Nadar este pasado fin de semana ha sido difícil debido a la proliferación de estos celentéreos en localidades como Los Urrutias y Punta Brava. Los fuertes vientos de Levante empujaron un número significativo de estas medusas hacia la costa occidental del Mar Menor.
El trabajo continuará en los próximos días para retirar estos ejemplares de la orilla, la mayoría de los cuales parecen muertos o moribundos. También son visibles enjambres de ‘huevos fritos’ en la cuenca norte del Mar Menor, donde se concentra la mayor parte de esta especie.
Solo cinco playas de la laguna tienen redes anti-medusas instaladas este verano: Villananitos, La Mota y La Puntica en San Pedro del Pinatar, mientras que en San Javier se encuentran en las playas de Castillico y Veneziola. Estas barreras han vuelto al paisaje marítimo de la laguna después de dos temporadas de verano sin ser utilizadas.
Los ayuntamientos locales como Cartagena y San Javier, dicen que presentaron un proyecto para instalar estas redes en sus playas este verano a la Dirección General del Mar Menor. Sin embargo, este año el criterio para su despliegue depende del comité científico de la laguna, que hasta ahora ha defendido que su uso debería ser una “medida excepcional” debido al efecto que puede causar al estado ecológico del Mar Menor. En otras palabras, su instalación solo se llevará a cabo donde haya una mayor proliferación o concentración, según fuentes del Ministerio de Medio Ambiente.