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Según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) de España, en 2021 había 441.536 residencias principales en las Islas Baleares. De estas, 292.570 eran habitadas por propietarios, un 66%.
En 2011, el número era de 302.519 (70%). Diez años antes, en 2001, el porcentaje era del 74%. Durante los diez años desde 2011 hasta 2021, el número de personas que vivían en propiedades que poseían disminuyó, mientras que el número de propiedades con inquilinos aumentó de 92.785 a 103.526.
La disminución puede explicarse en parte por las dificultades para poder permitirse una vivienda. También hubo la crisis financiera, antes de la cual hubo un auge inmobiliario y un fácil acceso a hipotecas. Cuando la burbuja estalló, el mercado se secó, la gente buscó vender y muchos se mudaron al mercado de alquiler.
Los precios de la vivienda comenzaron a recuperarse, por lo que desde 2013 ha habido un aumento de aproximadamente el 40%. Mientras tanto, los salarios no han seguido ni de cerca ese ritmo. Comprar una vivienda se ha convertido cada vez más en un sueño inalcanzable.
Uno de los planes del gobierno balear para abordar la situación actual de la vivienda es uno por el cual actuará como una especie de agencia de alquiler para garantizar que los propietarios que tienen viviendas vacías, unas 100.000 en las Islas Baleares según las últimas cifras, las pongan en el mercado. El Ministerio de Vivienda explicará los detalles de este plan próximamente. Básicamente, implicará alquilar propiedades vacías a precios de mercado y luego subarrendar a un precio más bajo, que podría ser hasta un 30% menos.
Cabe señalar que mientras el INE se refiere a 441.000 residencias principales, el número total de viviendas en las Islas Baleares se ha situado en alrededor de 630.000.
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