José Luis Mateo bien podría ser el único ministro del gobierno balear que no ha pasado el último mes de vacaciones. “Razones personales” han llevado a la salida de Marta Vidal, por lo que Mateo ha tenido que ponerse al día en materia de vivienda y transporte. Seguramente merecerá unas largas vacaciones si logra resolver alguno de estos problemas.
Ha habido rondas de reuniones. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca y el colegio profesional de agentes inmobiliarios han sido algunos de los interlocutores. Mateo les anunció el otro día que tiene la intención de aliviar las tensiones en el mercado inmobiliario y contener los precios. ¿Cómo? Aumentando la oferta de viviendas.
Esto lo dijo poco después de dar una entrevista en la que afirmaba: “Debemos ser muy cuidadosos con cualquier limitación del libre mercado y de la competencia”. En este sentido, citó la legislación del gobierno español que permite los límites de alquiler. El gobierno balear ha rechazado la implementación de esto, y puede tener buenas razones para hacerlo; los límites de alquiler pueden ser contraproducentes.
El ministro está apostando básicamente por el libre mercado para sacar a las Islas Baleares de una emergencia habitacional. ¿De dónde viene la oferta? Unas 7.000 viviendas en venta o alquiler de los diversos planes que el gobierno ha presentado hasta ahora, por ejemplo, la conversión de locales comerciales. En su mayoría, estos planes no están costando al contribuyente, pero Mateo dice que también tiene que haber construcción pública. Tal vez haya que darse prisa, pero no hasta el próximo presupuesto (2025) como mínimo, siempre teniendo en cuenta que el ministro tiene una nueva ley de vivienda que presentar y posiblemente aprobar para finales de 2025.
¿Logrará cumplir sus objetivos de aumentar la oferta y contener los precios? Le deseamos suerte, porque bien la necesita.