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Mientras los turistas acuden diariamente al Parc de la Mar frente a la Catedral de Palma durante los meses de verano, para mediados de diciembre, la zona está mucho más tranquila. El Parc de la Mar, ubicado justo debajo de las murallas de la ciudad y la catedral, fue inaugurado hace 40 años. Es el tercer espacio verde más grande de Palma, después del Bosque Municipal de Bellver y el Parque de Sa Riera.
Gracias al aparcamiento contiguo al parque y las paradas de autobús cercanas, este lugar marca el comienzo de la visita obligada de muchos turistas a Palma. Ningún otro lugar ofrece una mejor vista del conjunto del casco antiguo, incluyendo el Palacio de la Almudaina, la catedral y el Palacio Episcopal. Es sin duda una de las vistas panorámicas más fotografiadas de Mallorca.
Y todo esto es gracias a una decisión radical de planificación urbana: la construcción de la autopista que conecta el casco antiguo con el aeropuerto, finalizada en 1960. Originalmente, el mar llegaba casi hasta las murallas de la ciudad. La Catedral de Palma se reflejaba bellamente en el agua, una vista única y una característica definitoria de la identidad. La importancia de esto para los mallorquines se hizo evidente en la década de 1970 cuando se decidió cómo se debería utilizar el espacio creado por la autopista. Inicialmente, el ayuntamiento propuso convertir la zona al pie de lo que es probablemente el monumento más importante de Mallorca en un gran aparcamiento, y eso es exactamente lo que sucedió.
Sin embargo, el régimen franquista tardío en Mallorca no había anticipado la feroz resistencia por parte de una parte de la población. Surgió un movimiento de protesta, como nada que la isla hubiera visto durante la dictadura. Finalmente, los ciudadanos lograron obligar al régimen a retroceder. Se emitió una nueva convocatoria de propuestas, que fue ganada por el grupo arquitectónico “Zócalo”. El punto central de su propuesta era la creación de un lago artificial en el centro del parque para preservar el reflejo de la catedral en el agua.
“Esto ha sido un verdadero sello distintivo de nuestra ciudad durante siglos”, reza la descripción original del proyecto. La construcción de la autopista y el correspondiente relleno que la separa de las murallas de la ciudad destruyeron esta característica vital. La visión de los arquitectos era que el mar “reclamara parte de su antiguo dominio, penetrando bajo la carretera hasta las murallas que durante mucho tiempo lo habían resistido”.
Hoy en día, el lago artificial sigue siendo el punto central del Parc de la Mar, aunque la conexión prevista con el mar nunca se llevó a cabo. Hasta el día de hoy, un sistema de bombeo temporal regula el nivel de agua del lago.
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