Un nuevo año y nuevos obstáculos y desafíos para los británicos que desean mudarse a Mallorca: la Visa de Oro de España está programada para finalizar el 31 de diciembre. La prohibición, que todavía se está debatiendo, también podría afectar a otras vías de inversión en destinos populares como Mallorca, donde los propietarios de propiedades británicos o de terceros países no residentes ya tienen que negociar la regla de los 90 días.
Según el esquema actual, se otorga una visa de corta estancia o de residencia a extranjeros que realicen una inversión de capital significativa, entendida como una inversión inicial de al menos 2 millones de euros en valores de deuda pública española, o 1 millón de euros en acciones de empresas españolas que realicen actividades comerciales reales, o en fondos de inversión o capital riesgo constituidos en España, o en depósitos bancarios en instituciones financieras españolas.
La compra de bienes raíces libres de cargas por un mínimo de 500,000 euros (si la inversión la realiza una pareja casada en régimen de gananciales, uno de los cónyuges puede obtener una visa de inversor, y el otro cónyuge, una visa como miembro de la familia del inversor). La razón del gobierno es que el aumento del interés en esta opción ha contribuido a la crisis de vivienda del país. Por lo tanto, en un intento de gestionar mejor la crisis habitacional, en abril de este año, el primer ministro Pedro Sánchez anunció que el país terminaría el esquema.
El esquema de visas fue creado en 2013 por el gobierno conservador de Mariano Rajoy. Se consideraba una forma de atraer la inversión extranjera tan necesaria tras la crisis del euro, que golpeó especialmente al sector inmobiliario español. Según la organización Transparencia Internacional, se emitieron un total de 6,200 visas hasta 2023 para inversiones en propiedades, aunque otras fuentes sitúan el número más alto.
Casi la mitad de los beneficiarios de la Visa de Oro de España, un total de 2,712, eran chinos, según Transparencia Internacional. Una de las razones clave detrás de las protestas contra el turismo masivo este año fue la falta de viviendas asequibles, que se ha atribuido a la especulación inmobiliaria por parte de inversores extranjeros.
Aunque la ruta inmobiliaria para obtener una Visa de Oro de España terminará el 31 de diciembre de 2024, se espera que otras opciones de inversión sigan estando disponibles. Los inversores aún podrían obtener la residencia invirtiendo €1 millón en acciones de empresas españolas o €2 millones en bonos del gobierno. Además, fundar o adquirir empresas que creen empleo o impulsen la innovación en España podría seguir siendo una opción viable para los posibles residentes mediante inversión.
A medida que España se prepara para alejarse de su programa actual de Visa de Oro, se anima a los inversores a actuar rápidamente si desean aprovechar las oportunidades existentes antes de que entren en vigor nuevas leyes. El gobierno tiene la intención de publicar la ley final en el Boletín Oficial del Estado (BOE), probablemente a principios de 2025.
La mejor solución si te mudas a Mallorca es obtener un permiso de residencia, la tarjeta TIE biométrica, que también te liberará de la regla de los 90 días.