El 28 de diciembre de 2023, la ‘playa para perros’ en Llenaire fue cerrada. Un veterinario confirmó que un Labrador de cuatro años, Lenny, había muerto el día de Navidad como resultado de haber sido envenenado. Aparentemente, hubo un informe de otro incidente de envenenamiento el 16 de diciembre.
En noviembre de 2012, el Ayuntamiento de Pollensa aprobó la designación de dos áreas de playa para perros: Llenaire y Cala Carbó en Cala San Vicente. Algunos meses después, en el verano de 2013, ocurrieron los primeros casos de envenenamiento en Puerto Pollensa. En enero de 2015, siete perros murieron, y no todos estaban en Llenaire. Un caso fue frente al Hotel Uyal, otro estaba a mayor distancia frente al Club Pollentia, justo sobre el límite municipal en Alcudia.
Tanto en 2013 como en 2015 hubo llamamientos del ayuntamiento para la vigilancia con cámaras. La respuesta en 2013 por parte de la entonces delegada del Gobierno español en las Islas Baleares, Teresa Palmer, fue que esto sería “desproporcionado”. Dos años después, la solicitud fue nuevamente rechazada.
Entre 2015 y diciembre pasado hubo otros incidentes, habiendo continuado la clamor por las cámaras. Ahora habrá cámaras para la playa para perros de Llenaire, al menos una. El ayuntamiento ha lanzado una licitación para 15 cámaras nuevas en el municipio; actualmente hay 18. El valor de la licitación es de 87,000 euros más IVA. Otras cámaras nuevas serán, por ejemplo, para parques infantiles.