El Vicepresidente Adjunto de Kenia, Rigathi Gachagua, no ha comparecido en el Senado para testificar en su juicio de destitución, con su abogado diciendo que ha enfermado. El vicepresidente, quien estuvo presente en la casa por la mañana, debía comparecer a partir de las 14:30 hora local para defenderse antes de que se votara el jueves por la noche sobre si debía ser destituido de su cargo. “La triste realidad es que el vicepresidente de la República de Kenia ha caído enfermo, muy enfermo, y está… en el hospital”, dijo su abogado Paul Muite. Las sesiones se han suspendido hasta las 17:00. El presidente del Parlamento, Amason Kingi, dijo que esperaban que el vicepresidente compareciera entonces. “Este es un proceso con límite de tiempo, desafortunadamente”, dijo: el juicio de destitución no puede extenderse legalmente más allá del viernes. El presidente dijo que el caso podría continuar sin él, o “por razones excepcionales” podría comparecer más tarde, citando una regla de los procedimientos del juicio. Hablando a la televisión local Citizen TV, el senador Daniel Maanzo dijo que este era un juicio excepcional y que había surgido otra “nueva situación excepcional que ni siquiera está prevista por la ley”, diciendo que presentarían argumentos para presionar al presidente para que emitiera un fallo. Dijo que el vicepresidente “parecía cansado” pero almorzó en su oficina con otros senadores que dijeron que estaba bien, con todos esperando que compareciera para su defensa. Se requiere dos tercios de los 67 senadores para destituirlo. Enfrenta 11 cargos, incluyendo corrupción, incitación a divisiones étnicas y socavar al gobierno. A medida que comenzaba el juicio el miércoles, el vicepresidente se declaró no culpable de cada uno de los cargos mientras se leían en la casa. Ha descrito la destitución como una “caza de brujas política”. Una abrumadora mayoría de diputados de la Asamblea Nacional votaron la semana pasada a favor de su destitución, sentando las bases para el juicio en el Senado. Ha tenido diferencias con el presidente William Ruto, apenas dos años después de ser elegidos en una misma lista. La disputa llegó a su punto máximo en junio cuando Gachagua, en un acto visto como un acto de socavamiento al presidente, culpó al jefe de la agencia de inteligencia por no informar adecuadamente a Ruto y al gobierno sobre la magnitud de las protestas masivas contra los impopulares aumentos de impuestos.