Los capitanes de barcos en el Estrecho de Gibraltar están equipando sus embarcaciones con timones afilados para dañar a las orcas que se acerquen a sus barcos.
La medida extrema se está tomando después de una serie de interacciones con la orca ibérica en peligro crítico en los últimos años que han visto algunos barcos dañados e incluso hundidos.
Algunos miembros de la manada han tomado la costumbre de apuntar al timón de un barco para deshabilitarlo.
Pero este fin de semana, un barco francés en dique seco en el puerto de Barbate fue filmado por el grupo de conservación Sea Shepherd con cuchillas adjuntas al timón “para herir a las orcas que se acerquen”.
A pesar de informar a las autoridades marítimas locales, el barco está de vuelta en el mar.
Desde hace tiempo se temía que los marineros pudieran comenzar a tomar represalias agresivas contra las criaturas, lo que podría amenazar seriamente la existencia de la manada.
Las orcas son consideradas una especie en peligro de extinción y están protegidas por la ley española y de la Unión Europea, lo que hace ilegal dañarlas.
Las sanciones por hacerlo incluyen multas cuantiosas e incluso posibles penas de cárcel, dependiendo de la gravedad del daño causado y las circunstancias que rodean el incidente.
Sin embargo, los timones afilados son un “área gris con respecto a este tipo de equipo”, según Sea Shepherd.
“Nuestro equipo legal está trabajando en una denuncia por ‘tentativa de destrucción de una especie protegida'”, agregó el grupo.
El grupo también enfatizó que las orcas no son agresivas hacia los humanos y las interacciones con ellas en el Estrecho no han sido ataques.
“Como mostramos recientemente en varios videos de nuestro barco rodeado por 15 orcas, estos majestuosos seres no muestran signos de agresión.
Grandes cetáceos curiosos y juguetones… cuyo daño, si lo hay, se debe más a su tamaño y fuerza que a su deseo de dañar a alguien.
Como recordatorio, nunca ha habido un ser humano herido por una orca en libertad, nunca.”
El desarrollo se produce cuando las ballenas hundieron otro yate en el Estrecho de Gibraltar la semana pasada.
Navegando bajo bandera británica, los tres miembros de la tripulación de Bonhomme William, que había zarpado de Gibraltar, fueron llevados a Barbate por un barco de Salvamento Marítimo.
El Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Tarifa fue contactado por radio por la tripulación diciendo que su embarcación era inoperable después de que varias ballenas la golpearan a unas dos millas de Punta Camarinal.
Al inicio de julio, el ‘Kelba’ tuvo que ser remolcado a Ceuta después de que cinco ballenas gigantes lo atacaran.
Un yate fue hundido en mayo cuando el ‘Alboran Cognac’ fue atacado a unas 14 millas de Cabo Espartel, en Tánger.
Los dos miembros de la tripulación fueron rescatados por un petrolero que navegaba hacia Gibraltar, con su embarcación a la deriva después de que el timón se rompiera y se produjera una fuga debido a la colisión con la ballena.
También ese mes, los veleros ‘Malaika’ y ‘Galaxia’ tuvieron que ser remolcados a Barbate debido a los daños causados por los ataques de las ballenas.