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Los colegios electorales están empezando a cerrar en la elección presidencial de Venezuela, en la que el partido socialista PSUV, gobernante, Nicolás Maduro, busca un tercer mandato en el cargo.
Se suponía que los colegios electorales cerrarían a las 18:00 hora local (22:00 GMT), pero deben permanecer abiertos si las personas siguen haciendo cola para emitir su voto.
El principal desafiante del Sr. Maduro es Edmundo González, un exdiplomático que cuenta con el respaldo de una coalición de partidos de la oposición.
La oposición llamó a sus seguidores a mantenerse en vigilia en sus colegios electorales para verificar el proceso de conteo en las “horas decisivas” después del cierre, ante el temor generalizado de que el PSUV intentara robar la votación.
Las encuestas de opinión han sugerido que el Sr. González tiene una amplia ventaja sobre el titular, pero dado que la reelección del Sr. Maduro en 2018 fue ampliamente desestimada como ni libre ni justa, existe la preocupación de que el resultado de esta elección pueda ser manipulado, si no favorece al Sr. Maduro.
Los opositores del presidente han superado muchos obstáculos en la antesala de la elección, no menos importante el hecho de que su candidata elegida, María Corina Machado, fue prohibida de postularse para un cargo.
La Sra. Machado, quien ha permanecido en la vanguardia de la campaña de la oposición, recordó a los votantes que el proceso de conteo debía ser público por ley.
Hizo un llamado a “todos los venezolanos a permanecer en sus colegios electorales… manteniendo la vigilia”.
El PSUV ha estado en el poder en Venezuela durante los últimos 25 años, primero bajo el fallecido Hugo Chávez, y luego bajo su sucesor designado a dedo, el Sr. Maduro.
Bajo su liderazgo, el PSUV ha obtenido el control no solo del ejecutivo y el legislativo, sino también de gran parte del poder judicial.
Desde que asumió la presidencia en 2013, el Sr. Maduro ha presidido un colapso económico, durante el cual el PIB se redujo en un 70% y más de 7,7 millones de personas huyeron del país en busca de una vida mejor.
Si gana, el Sr. González ha dicho que hará “todo lo posible” para recuperar a quienes se han ido.
Pero el Sr. Maduro ha dicho que tiene la intención de ganar la elección “por las buenas o por las malas” y ha advertido de una “masacre” si pierde.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) – el organismo que organiza la elección y anuncia el resultado oficial – está dominado por leales al gobierno.
Su presidente, Elvis Amoroso, es un estrecho aliado personal del Sr. Maduro.
Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo del mundo, pero su producción de petróleo ha caído en picado bajo el presidente Maduro, como resultado de una combinación de falta de inversión, mala gestión y sanciones petroleras.
El levantamiento de las sanciones petroleras – impuestas por Estados Unidos para ejercer presión sobre el Sr. Maduro tras las elecciones presidenciales de 2018 – podría tener repercusiones en el precio del petróleo a nivel mundial.
La votación en Venezuela es electrónica. Los votantes presionan un botón asignado a su candidato preferido en una máquina de votación.
Los resultados electrónicos se envían a la sede del CNE, pero la máquina de votación también imprime un recibo en papel que luego se coloca en una urna.
Por ley, los partidos pueden enviar testigos al recuento de estos recibos de papel realizado en cada colegio electoral.
Serán estos recuentos los que la oposición estará monitoreando para ver si coinciden con los resultados anunciados por el CNE.