Jonas Kaufmann, Sondra Radvanovsky, Lisette Oropesa, Mikhail Pletnev son nombres destacados en la ópera en todo el mundo. Y todos ellos estarán en la cuarta edición del Festival Cap Rocat, que se celebrará este fin de semana, del 2 al 4 de agosto, en el lujoso complejo hotelero que le da nombre, acompañados por la Orquesta Sinfónica de Baleares dirigida por Pablo Mielgo y el Cor Cap Rocat, bajo la batuta del maestro Joan Company. Hablamos con su promotor y director, Antonio y su hija María Obrador. Juntos adelantan al periódico hermano de Mallorca Bulletin, Ultima Hora, las claves de un evento que ya figura entre los más importantes del verano cultural mallorquín.
¿Qué podemos esperar de esta nueva edición del Festival Cap Rocat?
Antonio Obrador: Esperamos que sea un éxito, hemos estado trabajando muy duro durante meses y la verdad es que tenemos una tremenda esperanza de que sea un éxito total. Es un privilegio tener a todos estos artistas, están en el mejor momento de sus carreras, en ese aterrizaje maravilloso donde pueden dar lo mejor de sí, y en Mallorca.
María Obrador: Creo que va a ser una edición muy especial, tenemos a Sondra (Radvanovsky) de vuelta con nosotros, y es muy importante que los artistas quieran repetir. También estamos orgullosos de que Jonas Kaufmann venga a Mallorca.
Por tus palabras se nota que tienes una pasión total por la música.
A.O.: Sin duda. He estado en el Festival de Salzburgo durante catorce años consecutivos y siempre pensé que en Mallorca había un público para algo así. Era una lástima que la isla no tuviera festivales de ese nivel. Pensamos que Cap Rocat tenía todo para hacerlo posible, por ser Mallorca, por su arquitectura, todo es magnífico. A través de Pablo Mielgo conocí artistas que piensan que el proyecto es maravilloso, sin su presencia y sus contactos y entusiasmo esto no sería posible de ninguna manera.
M.O.: Mi padre nos ha transmitido ese entusiasmo, y a medida que hemos ido conociendo este mundo, en sus entrañas, apreciamos la magnitud de este tipo de festivales. Y no solo por la parte cultural, se trata de posicionar a Mallorca y a sus artistas en otro nivel. Esa pasión es la que nos mueve a llevar a cabo este proyecto, que no es fácil, pero gratificante.
¿Cómo se sostiene el festival, es necesario el apoyo institucional?
M.O.: Sí, y sería necesario mucho más, por el momento no hemos tenido una respuesta clara, lo que genera cierta incertidumbre, aunque el festival continuará pase lo que pase, es nuestra lucha. Estuvimos en la ITB de Berlín en un evento para promocionar la cultura de las Islas, el Consell contó con nosotros, también con otros como el Atlàntida Mallorca Film Fest. Tuvimos ese apoyo, pero no fue económico.
A.O.: El apoyo institucional sería de gran ayuda para la continuidad del festival, que es una iniciativa nuestra que también cuenta con el apoyo de patrocinadores, que nos ayudan mucho y estamos constantemente buscando patrocinadores, así como la venta de entradas, que solo cubre una quinta parte del presupuesto.
El festival comenzó con una sola noche y ahora son tres. ¿Ha alcanzado su punto máximo, podría crecer aún más?
A.O.: Seamos cautelosos, porque tres días ya son muchos, realmente implica una gran organización y esfuerzo, veremos qué sucede y cómo fluye todo lo que estamos haciendo. Y no es solo por los tres eventos, también hay clases magistrales con sopranos fantásticas, como la que ofrecerá este año Sondra Radvanovsky. Son geniales para las promesas jóvenes de hoy. Realizamos audiciones, porque solo cuatro personas pueden participar, además de oyentes, en el Teatro Real de Madrid y en el Liceu de Barcelona.
En un momento en el que la sobrepoblación turística ha llevado a los ciudadanos de la isla al límite, ¿cómo pueden contribuir los proyectos culturales a la causa?
M.O.: No se puede pedir más calidad en el turismo si no se tienen proyectos culturales de alto nivel; el cine funciona, los festivales de música funcionan, pero hay que tener otra oferta cultural para el tipo de turismo que las instituciones y todos queremos, que tenga un alto nivel económico, que no deje residuos, que tenga un impacto económico diferente y que realmente venga a disfrutar sus vacaciones de una manera diferente. Una oferta que aporte cultura, gastronomía, eso es un buen tándem.
A.O.: Así es, como dice mi hija, y de hecho hay hoteles de cinco estrellas en Playa de Palma que no tienen la ocupación máxima. Nuestro hotel, con solo 30 habitaciones, está lleno, y queremos ser ese reflejo para otros hoteles en Playa de Palma y Llucmajor, y si lo transmitimos a otros estaremos encantados de presenciarlo y de haber contribuido.
Una de las grandes novedades de este año es el coro del Festival Cap Rocat. ¿Por qué fue importante para ustedes?
M.O.: Surgió por pura necesidad, lo necesitábamos, y fue maravilloso cuando el maestro Joan Company aceptó la propuesta de dirigirlo. Nuestro objetivo es que el festival pertenezca a los mallorquines, que sientan que es suyo, y cuanto más podamos involucrar al público mallorquín y balear, mejor.
¿Qué futuro prevén para el festival?
M.O.: Uno muy bueno. Estoy orgullosa de haber tomado las riendas de este hermoso legado, un proyecto estimulante que me está enseñando mucho. Queremos que el festival evolucione, esa es mi esperanza, que siga navegando mucho en los próximos años.