El concepto de segregación municipal, donde las regiones se separan para formar municipios independientes, está ganando terreno en toda España.
Históricamente, los 150 casos anteriores de segregación han compartido motivaciones comunes: insatisfacción con presupuestos mal gestionados, frustración por la salida de riqueza sin retorno y un deseo de autonomía.
Lo que unió a estos movimientos fue una visión compartida, un compromiso inquebrantable y una voluntad de perseverar, sin importar cuán larga o desafiante fuera la jornada.
Como dice el proverbio, “Un viaje de mil millas comienza con un solo paso”. Esto encapsula perfectamente el espíritu de aquellos residentes que sentaron las bases para las futuras generaciones, asegurando que los beneficios de la autogestión pudieran ser realizados. Sin unidad, compromiso y convicción, los esfuerzos de segregación no habrían tenido éxito.
Sin tales características, lugares como Orihuela corren el riesgo de perpetuar una historia de negligencia e indiferencia hacia sus regiones periféricas.
Orihuela, argumentan los críticos, parece perfeccionar sus errores en lugar de aprender de ellos. Muchos nuevos municipios nacidos de la segregación incluso han optado por desechar por completo el nombre de Orihuela, subrayando las frustraciones arraigadas.
Sin embargo, la clave para una segregación exitosa no solo radica en la voluntad colectiva, sino en la presencia del liderazgo político correcto, un líder que pueda unir las diversas emociones, ambiciones y comunidades detrás de un objetivo común. Actualmente, según afirman los críticos, tal liderazgo está ausente.
El Caso de la Independencia
La independencia representa la capacidad de una comunidad para gobernarse a sí misma, administrar sus recursos y establecer su propia identidad, libre de interferencias externas.
En España, lograr la independencia como municipio muchas veces ha implicado negociaciones prolongadas y movimientos de base. Por ejemplo, Pilar de la Horadada se convirtió en municipio el 30 de julio de 1986, después de años de campañas y dos grandes protestas, incluida una en la que los residentes se atrincheraron dentro del antiguo ayuntamiento. El movimiento de más de 6,000 ciudadanos finalmente tuvo éxito, culminando en el establecimiento de su propio ayuntamiento.
En una línea similar, el Movimiento de Independencia en La Manga ha encargado un estudio de viabilidad por parte de la Universidad Politécnica de Cartagena. El estudio tiene como objetivo determinar si La Manga podría sostenerse como un municipio independiente utilizando sus recursos.
Estudios como estos añaden credibilidad a los movimientos de independencia, especialmente cuando son realizados por instituciones respetadas y libres de manipulación externa.
Para Orihuela Costa, encargar un estudio de viabilidad similar podría reforzar su caso de segregación. Los defensores argumentan que la costa es el motor económico de Orihuela, una afirmación respaldada por la Cámara de Comercio de Orihuela. Ellos creen que la segregación permitiría a la costa retener su riqueza en lugar de subsidiar a Orihuela y sus 22 pedanías.
El Camino a Seguir
Sin embargo, lograr la independencia requiere más que viabilidad económica, requiere un liderazgo fuerte y unificador. Un partido político con un líder capaz es esencial para movilizar empresas, grupos comunitarios y diversas asociaciones en toda Orihuela Costa. El esfuerzo no puede depender únicamente de la población de habla inglesa o de una base de votantes estrecha.
Otro factor crítico es la participación de los votantes. En las últimas elecciones, solo el 48% de los votantes elegibles participaron, una mejora significativa desde 2019 pero aún insuficiente. Se necesita una campaña integral para informar a los residentes, tanto ciudadanos de la UE como no ciudadanos de la UE, sobre sus derechos de voto. Con una mayor participación electoral y un liderazgo unificado, Orihuela Costa podría fortalecer su caso de autonomía y sentar las bases para un futuro más brillante.
La segregación no es solo una cuestión de independencia; es una declaración de autodeterminación. Con el liderazgo adecuado y la voluntad colectiva, Orihuela Costa podría seguir los pasos de otros que han trazado con éxito su propio camino.