Una dieta saludable en la infancia puede mantener la mente aguda en los 70 y prevenir la demencia.

Comer una dieta saludable desde temprana edad puede sentar las bases para un óptimo funcionamiento cerebral de por vida. Un estudio con 3,059 personas, abarcando más de siete décadas, reveló que comer una dieta de alta calidad desde la infancia e incluso en la mediana edad conduce a una mejor función cognitiva en la vejez, incluyendo posiblemente la prevención de la demencia.

El estudio, presentado en NUTRICIÓN 2024, la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición, comenzó a seguir a los participantes desde la temprana edad de 4 años y continuó hasta que alcanzaron los 70 años.

Esta perspectiva integral de toda la vida permitió a los investigadores identificar posibles vínculos entre la dieta y la capacidad cognitiva que pueden empezar mucho antes en la vida de lo que se pensaba anteriormente, y refuerza la importancia de comer alimentos nutritivos desde el principio.

Los participantes del estudio eran miembros de la Cohorte de Nacimientos Británica de 1946, que ha proporcionado una gran cantidad de información a través de cuestionarios y pruebas durante más de 75 años, ofreciendo a los investigadores una oportunidad única para analizar las ingestas dietéticas en cinco momentos distintos, comparándolas con la capacidad cognitiva en siete momentos diferentes.

Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio fue la estrecha relación entre la calidad de la dieta y la capacidad cognitiva general. Los investigadores observaron que solo alrededor del 8% de las personas con dietas de baja calidad lograron mantener una alta capacidad cognitiva con el tiempo. Mientras tanto, entre aquellos con dietas de alta calidad, solo el 7% mantuvo una baja capacidad cognitiva en comparación con sus pares.

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“Estos hallazgos iniciales respaldan en general la orientación actual de salud pública de que es importante establecer patrones dietéticos saludables desde temprana edad para apoyar y mantener la salud a lo largo de la vida”, dijo la autora del estudio Kelly Cara, Ph.D., en un comunicado de prensa. Las implicaciones de la capacidad cognitiva en la calidad de vida y la independencia en años posteriores son significativas.