El Dr. Ahmad Yousaf, un pediatra estadounidense y director de una unidad de cuidados intensivos en Arkansas, se embarcó en una misión médica a Gaza, creyendo que su experiencia podría ayudar a los pacientes a recibir la atención médica avanzada a la que estaba acostumbrado a brindar. Pero lo que encontró superó con creces sus peores expectativas, obligándolo a documentar la devastación.
“Lo principal que hice allí fue la triaje y la atención a múltiples víctimas”, dijo el Dr. Yousaf. “Esto no era atención avanzada en la UCI. A menudo nunca llegamos allí. Los pacientes morían.”
El Dr. Yousaf se ofreció como voluntario en MedGlobal, una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos que brinda ayuda humanitaria en todo el mundo. Después de pasar tres semanas en uno de los últimos hospitales en funcionamiento de Gaza, describió el grave impacto de la guerra en los trabajadores médicos y civiles, especialmente en los niños. Compartió un registro de lo que presenció, incluidas imágenes raras desde el interior del Hospital Al Aqsa en Deir al Balah, con The New York Times.
Durante su estancia en el hospital, los equipos médicos trabajaron incansablemente para gestionar las víctimas de traumas que llegaban mientras el ejército israelí continuaba bombardeando las zonas vecinas, incluidas las zonas humanitarias.
Operando a tres veces la capacidad del hospital, los miembros del personal a menudo tenían que tratar a pacientes, muchos de ellos niños, en pedazos de cartón en el suelo. Les faltaban suministros críticos, incluida sangre, gasa y anestesia. Muchos pacientes murieron a causa de sus heridas.
“Las decisiones se tomaban segundo a segundo, y hacíamos todo lo posible”, dijo el Dr. Yousaf. “Cuanto más tiempo pasaba allí, me daba cuenta de que mi papel no era ser médico, sino ser testigo.”
El Dr. Yousaf comenzó a compartir reflexiones diarias con sus amigos y familiares en WhatsApp. Una entrada del 30 de junio describe a un adolescente cuyas primeras palabras después de ser extubado fueron: “Por favor, déjenme llamar a mi papá. Solo quiero asegurarme de que está bien y sabe que yo estoy bien.”
Las autoridades en Gaza han informado que al menos 10,000 niños palestinos han muerto desde que comenzó la guerra, y muchos más enfrentan lesiones físicas y mentales de por vida. Más de 500 trabajadores de la salud han muerto en los últimos nueve meses, según organizaciones internacionales de ayuda.
Las entradas del Dr. Yousaf reflejan la realidad cada vez más desesperada de la vida en Gaza. El 9 de julio, escribió: “Cada vez que pienso que no puede empeorar, lo hace.”