ROMA (AP) — Un activista antifascista italiano fue liberado del arresto domiciliario en Hungría el viernes después de ser elegido como nuevo miembro del Parlamento Europeo por la Alianza Verde y de Izquierda italiana, dijeron los líderes del partido.
La policía local de Budapest le quitó la pulsera electrónica a Ilaria Salis en la capital húngara y su padre dijo que la llevará de vuelta a Italia para el lunes, cuando celebre su 40 cumpleaños, según la agencia de noticias italiana ANSA.
Salis fue elegida para el Parlamento Europeo durante su tiempo bajo arresto domiciliario en Hungría, donde está en juicio y enfrenta cargos por presuntamente agredir a manifestantes de extrema derecha. Los legisladores del Parlamento Europeo disfrutan de una inmunidad legal sustancial frente a la persecución, incluso si las acusaciones se refieren a delitos cometidos antes de su elección.
Más de 170,000 votantes en Italia escribieron el nombre de Salis en la papeleta en un intento de traerla de vuelta a casa desde Hungría, donde ha estado detenida por más de un año.
“¡Finalmente! Estamos felices con las noticias que llegan desde Budapest, la eurodiputada Ilaria Salis ahora puede regresar a Italia y podrá desempeñar su nueva función a la que cientos de miles de votantes la han señalado”, dijeron en un comunicado los legisladores de AVS Angelo Bonelli y Nicola Fratoianni.
Salis se convirtió en un tema político controvertido en Italia después de que surgieran imágenes de ella esposada y encadenada en una sala de audiencias húngara donde enfrentaba juicio.
La activista italiana fue acusada en Hungría de intento de asesinato después de formar parte de un grupo de antifascistas acusados de agredir a personas que creían estar vinculadas al Día del Honor de extrema derecha del año pasado.
Los presuntos afectados por el ataque no presentaron quejas a la policía.
Antes de las elecciones al Parlamento Europeo a principios de este mes, el padre de Salis expresó repetidamente preocupaciones sobre el juicio de su hija, diciendo que enfrentaba hasta 24 años de cárcel. El fiscal húngaro había solicitado una pena de prisión de 11 años.