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La ocupación del Aparthotel Sol y Mar en Cala Bona por parte de los okupas ha llegado a su fin. El sábado, los tres okupas restantes – Yerai, Mohamed y Daniel – abandonaron el establecimiento, tras firmar un documento con el administrador, Miquel Deyà.
Este documento era idéntico al redactado por Antonio, quien entregó la llave del apartamento que ocupaba el viernes y desalojó las instalaciones. Los tres se han marchado con la condición de que no se tomen acciones civiles o penales en su contra y de que el hotel no reclame ninguna compensación por daños.
Así termina una situación que, según la gerencia, comenzó el domingo de la semana pasada. Los okupas han sugerido que la ocupación comenzó ya en noviembre del año pasado, algo que la gerencia considera imposible porque no había agua ni electricidad.
Si la partida de los okupas representa la última palabra en el asunto aún está por verse. Un elemento algo peculiar en todo el asunto es la relación entre la empresa operadora de Deyà y los propietarios del aparthotel. Los propietarios básicamente han acusado a la empresa de facilitar la ocupación; Deyà ha dicho que esto es “absurdo”.
Otro tema es si el Sol y Mar es un caso aislado o si hay ocupaciones en otros establecimientos turísticos, en particular aquellos que tienen más que solo habitaciones. Hay muchos aparthoteles en Mallorca, la mayoría de los cuales datan de la década de 1990. Al igual que el Sol y Mar, están cerrados durante la temporada baja. Sin embargo, si los servicios han sido cortados, no son tan atractivos para posibles okupas como lo serían de otra manera.
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