Un día después de que el Presidente Trump ordenara la suspensión de la asistencia militar estadounidense, los diplomáticos y políticos ucranianos se apresuraron el martes a encontrar una manera de salvar su alianza con Washington mientras la nación, cansada de la guerra, se preparaba para la posibilidad de tener que luchar sin el apoyo de EE. UU.
Con la Casa Blanca y el Kremlin cada vez más alineados, Ucrania buscaba reforzar el apoyo de sus aliados europeos, muchos de los cuales ofrecieron rápidamente garantías el martes. Los funcionarios militares estaban evaluando cuánto tiempo durarían los propios suministros de Ucrania antes de que la situación condujera a brechas críticas en el frente.
Se convocó una reunión de emergencia en el parlamento ucraniano el martes para evaluar el impacto de la última presión de la administración Trump, mientras que los soldados en las trincheras se despertaron con la noticia de que una guerra ya agotadora podría volverse aún más desafiante y brutal.
El Presidente Volodymyr Zelensky de Ucrania no comentó directamente sobre la suspensión de la ayuda, pero convocó a líderes civiles y militares para discutir “asuntos especiales relacionados con nuestra resistencia nacional”.
En sus comentarios, Zelensky agregó: “Necesitamos paz, una paz real y justa, no una guerra interminable. Y necesitamos garantías de seguridad.”
La decisión de suspender la entrega de ayuda llegó tres días después de una reunión explosiva en la Casa Blanca en la que Trump regañó a Zelensky y lo llamó ingrato, una ruptura en las relaciones que podría ser difícil de reparar.
En las calles y en los pasillos del gobierno de Ucrania, hubo gritos de traición. Algunos ucranianos compartieron clips en línea de antiguos discursos de presidentes estadounidenses anteriores prometiendo apoyar a Ucrania, incluida la protección a cambio de su decisión de renunciar a las armas nucleares bajo la administración Clinton.
Pero más que enojo, hubo un sentido de tristeza e incredulidad.
La primera cosa que vino a la mente al escuchar la noticia fue la frase del Presidente Franklin D. Roosevelt de que “esta fecha pasará a la infamia”, dijo Oleksandr Merezhko, presidente del Comité de Asuntos Exteriores en el Parlamento, en una entrevista. “Fue una especie de Pearl Harbor, un Pearl Harbor político, para nosotros.”
Es aún más doloroso, dijo Merezhko, “cuando no viene de tu enemigo, sino de quien consideras tu amigo.”
Mykhailo Samus, director adjunto del Centro de Estudios para la Conversión y el Desarme del Ejército en Ucrania, una institución independiente, dijo que la interrupción de la ayuda significaría “que EE. UU. está llevando a cabo una operación conjunta con Rusia para forzar a Ucrania, la víctima de la agresión, a rendirse.”
“Las consecuencias serían un golpe a la posición de EE. UU. como antiguo líder de Occidente”, agregó.
El impacto en Ucrania también sería severo y crecería con el tiempo, dijo Samus. Pero “si Trump piensa, o sus asesores piensan, que hay algún tipo de interruptor que apaga las Fuerzas Armadas de Ucrania”, agregó Samus, entonces la administración no entiende fundamentalmente por qué los ucranianos están luchando, su voluntad de continuar y la dinámica actual en el campo de batalla.
Los líderes europeos, que se reunirán en Bruselas el jueves para discutir tanto el apoyo a Kyiv como la necesidad urgente de que Europa fortalezca sus propias capacidades militares, se apresuraron a defender a Ucrania el martes por la mañana.
Ursula von der Leyen, quien encabeza el brazo ejecutivo de la Unión Europea de 27 naciones, dijo: “Este es el momento de Europa y debemos cumplir con él.”
Apareciendo en Bruselas, propuso un nuevo programa que otorgaría 150 mil millones de euros en préstamos a los estados miembros para financiar la inversión en defensa.
La vice primera ministra británica, Angela Rayner, dijo que la suspensión de la ayuda militar de Estados Unidos a Ucrania era “un momento muy serio.” Pero dijo a la BBC que el Primer Ministro Keir Starmer seguiría trabajando con EE. UU., Europa y Ucrania para lograr una paz duradera, y rechazó la idea de que causaría una fisura entre Londres y Washington.
El Kremlin, como era de esperar, se regocijó ante la última noticia.
“Si es cierto, entonces esta es una decisión que realmente podría empujar al régimen de Kyiv a un proceso de paz”, dijo Dmitry S. Peskov, portavoz del Kremlin, a los periodistas.
“Es obvio que Estados Unidos ha sido el principal proveedor de esta guerra”, agregó. “Si EE. UU. detiene esos suministros, este será el mejor aporte a la paz, creo.”
Sin embargo, algunos ucranianos y analistas militares occidentales dijeron que en lugar de acelerar el fin de la guerra, la medida podría dar a Moscú aún más incentivos para seguir luchando, ya que Trump no está aplicando ninguna presión sobre Rusia para detener la guerra. Señalaron que fue Putin quien comenzó la guerra y cuyo ejército está en ofensiva, aunque lentamente.
“No hay evidencia de que Rusia esté preparada para aceptar un acuerdo, y cuál sería ese acuerdo”, dijo Malcolm Chalmers, director adjunto general del Real Instituto de Servicios Unidos, un grupo de investigación en Londres. “De hecho, esta decisión incentivará a Putin a pedir más, incluida la desmilitarización y neutralidad de Ucrania.”
La pausa detendrá la entrega de misiles interceptor para sistemas de defensa aérea Patriot y NASAMS, que han salvado un número incalculable de vidas al proporcionar el mejor escudo para las ciudades y la infraestructura crítica de Ucrania contra ataques de misiles y drones.
Si bien los analistas militares y los funcionarios ucranianos han dicho que Kyiv está en una mejor posición para mantener su esfuerzo de guerra que a finales de 2023, cuando el Congreso suspendió la asistencia durante meses, la medida tendrá efectos en cascada que aumentarán con el tiempo.
“Un corte de EE. UU. eventualmente tendrá un gran impacto, especialmente si los estados europeos no emprenden un esfuerzo acelerado para ayudar a Ucrania”, dijo el profesor Phillips O’Brien, académico de relaciones internacionales en la Universidad de St. Andrews en Escocia.
Un ex funcionario de la Administración Biden dijo que Ucrania tenía suficientes municiones clave para durar hasta el verano debido al aumento de entregas que EE. UU. hizo antes de que el presidente Biden dejara el cargo, incluidos proyectiles de artillería, cohetes y vehículos blindados para Ucrania. El funcionario insistió en el anonimato para discutir arreglos privados.
Mykhailo Podolyak, asesor de Zelensky, dijo que el país había resistido suspensiones de ayuda militar de EE. UU. en el pasado y que Ucrania estaba llevando a cabo una auditoría exhaustiva de sus reservas, “examinando lo que tenemos, lo que se puede producir a través de asociaciones y lo que se puede reemplazar.”
Al mismo tiempo, dijo, los funcionarios en Kyiv estaban trabajando para restablecer las relaciones con la administración Trump.
Respecto a los esfuerzos europeos en nombre de Kyiv, la administración Trump parecía decidida a minimizarlos también.
El vicepresidente JD Vance advirtió a los aliados de Ucrania en Europa que solo estaban prolongando una causa perdida al comprometerse a apoyar a Ucrania.
“A veces tendrás jefes de estado europeos que en público se hincharán el pecho y dirán, ‘Estamos con el presidente Zelensky durante los próximos 10 años'”, dijo Vance a Fox News el lunes por la noche. “Y luego, en privado, recogerán el teléfono y dirán, ‘Esto no puede continuar para siempre. Él tiene que ir a la mesa de negociaciones’.”
A pesar de la creciente tensión con la administración Trump, algunos ucranianos mantuvieron la esperanza de que la relación entre Kyiv y Washington pudiera ser salvada.
El parlamento ucraniano emitió una declaración dirigida a Trump, ofreciendo elogios y gratitud efusivos mientras suplicaba a la administración que no abandonara al país mientras lucha por su supervivencia como nación independiente.
El primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, dijo que su gobierno haría todo lo posible para mantener los lazos diplomáticos con Washington y estaba preparado para firmar un acuerdo que otorgara a Estados Unidos un acceso extraordinario a los recursos naturales de Ucrania.
“Este acuerdo ha sido aprobado por el gobierno de Ucrania”, dijo en una conferencia de prensa. “Estamos listos para comenzar esta cooperación en cualquier momento.”
Ucrania trabajó diligentemente durante la administración Biden para mantener el apoyo bipartidista en EE. UU., con la esperanza de que ese cortejo influiría en Trump.
Pero soldados y civiles por igual se han estado preparando para este momento.
“Justo cuando los estamos desgastando, nos cortan los suministros de armas”, dijo el Sgto. D. Oleh, un soldado que lucha alrededor de Chasiv Yar en el este de Ucrania. Refiriéndose a EE. UU., añadió: “Esto ha sucedido antes. Por alguna razón, no quieren que Rusia pierda esta guerra.”
Liubov Sholudko, Kim Barker, Jeanna Smialek y Stephen Castle contribuyeron con el reportaje.