Tyson Fury estaba indeciso sobre una revancha con Oleksandr Usyk después de perder su récord invicto en una de las peleas más grandes en la historia del boxeo el domingo.
El británico Fury dominó las primeras rondas de su enfrentamiento de peso pesado indiscutible pero perdió una decisión dividida ante el maestro ucraniano, quien casi lo envía a la lona en el noveno asalto.
Fue la única derrota en 36 peleas profesionales para Fury, quien disputaba la primera pelea de unificación de peso pesado desde 1999 y la primera en la era de los cuatro cinturones.
Había una cláusula de revancha en el contrato para la pelea, que tuvo lugar en las primeras horas en Riad, Arabia Saudita, y vio a Usyk coronado como campeón indiscutible de peso pesado.
Después, Fury, quien cedió su cinturón WBC a Usyk, quien ya tenía los títulos IBF, WBA y WBO, dijo que discutiría la revancha potencial, programada de manera informal para octubre, con su esposa e hijos.
“Me tomaré unas vacaciones, volveré a casa, lo pondré a consideración de mi esposa e hijos y veré qué quiero hacer,” dijo el autodenominado ‘Rey Gitano’ a los reporteros.
“Tengo 36 años en unos meses. He estado boxeando desde que era un niño, así que es lo que es,” agregó.
“¿Dónde termina todo esto? ¿Cien peleas y daño cerebral, en una silla de ruedas? No estoy seguro.
“Pero lo importante es que, mientras siga amando el juego, y me estaba divirtiendo allí, realmente lo estaba disfrutando, seguiré haciéndolo.”
El impredecible Fury se ha retirado del boxeo dos veces antes de regresar al deporte. Aparte de Usyk, otra pelea tentadora sería contra el rival británico y ex campeón mundial Anthony Joshua.
“Agradezco a Oleksandr por la buena pelea. Fue una pelea cerrada, ya sabes,” dijo Fury.
“Creo que hice lo suficiente pero no soy el juez.”