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Turistas visitando Palma en Navidad. Crédito de la foto: EWN
Los turistas que visiten Mallorca esta Navidad podrían encontrarse con que su descanso festivo es más molesto de lo que vale la pena.
Nuevas leyes turísticas en podrían impactar significativamente en la cantidad de personas británicas que deseen vacacionar en España y en las Islas Baleares, ya que se establecerán procedimientos para obtener más documentación a la llegada.
Cualquiera que vaya de vacaciones desea llegar a su alojamiento, registrarse rápidamente y desconectar de la ajetreada realidad de la vida. Sin embargo, los nuevos procedimientos (originalmente programados para ser aplicados desde principios de octubre pero ahora pospuestos hasta diciembre), están a punto de devolver el ‘estrés’ al relax, ya que a los turistas se les exigirá proporcionar una cantidad extraordinaria de documentación, para evitar ser multados con hasta 30,000 euros.
El secretario general de la Mesa Del Turismo, Carlos Abella, no está convencido de que las nuevas leyes, que se aplican mediante una actualización del Real Decreto, sean algo bueno. Explica que crea una obligación por parte de las empresas de alquiler de coches, alquileres de alojamiento y operadores turísticos de solicitar una cantidad extraordinariamente invasiva de información personal de quienes utilizan sus servicios, lo cual muchos consideran una violación de la protección de datos.
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Sin embargo, el gobierno español insiste en que las nuevas reglas ayudarán a mejorar la seguridad al identificar posibles amenazas para la comunidad (es decir, aquellos con antecedentes penales) antes de que puedan actuar.
Esta noticia llega en un momento en que el turismo en España, y en particular en Mallorca, es un tema candente. Un gran número de turistas visitaron la isla este año, ignorando las campañas antiturismo y buscando un descanso relajante bajo el sol, y sin embargo, los restaurantes -que tradicionalmente se beneficiarían en gran medida de la temporada de verano en la isla- han tenido dificultades para llegar a fin de mes.
¿Debería España hacer más para que los visitantes se sientan bienvenidos?