Dos turistas alemanes intentando ingresar a los Estados Unidos fueron detenidos, encadenados y finalmente deportados tras semanas de espera. Esto ocurrió en el marco de las políticas migratorias implementadas por el presidente Trump para restringir la entrada y deportar a personas en masa. Los casos de Jessica Brösche, detenida por 46 días, y Lucas Sielaff, detenido por 16, han generado titulares en Alemania como un ejemplo de lo que puede significar estar en el lado equivocado de la política migratoria de la Casa Blanca para los viajeros europeos. Los turistas de la mayoría de los países europeos, incluida Alemania, generalmente disfrutan de viajes sin visa a los Estados Unidos por hasta 90 días. Sin embargo, tanto Sielaff como Brösche fueron detenidos en el cruce fronterizo de San Ysidro entre San Diego y Tijuana, les negaron la entrada y los enviaron a un centro de detención abarrotado, según sus propios relatos y los de sus amigos.
