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Cuando el gobierno balear presentó su ley reformada de turismo de excesos, hubo una polémica sobre las tiendas que permanecían abiertas toda la noche y potencialmente vendían alcohol entre las 9.30 pm y las 8 am, que es cuando la venta está prohibida en esos pocos resorts a los que aplica el decreto.
Finalmente, esto se resolvió satisfactoriamente para los críticos de los partidos de la oposición y sectores empresariales como los hoteleros. Sin embargo, parece que se está encontrando una manera de eludir las restricciones.
Varios negocios en primera línea en Arenal se quejan de un desprecio por las horas y la venta de alcohol a menores. La forma en que se está haciendo es mediante el pago en una tienda pero el suministro de alcohol desde otros locales. En un caso particular, la otra unidad es una especie de almacén. Los clientes pagan en la tienda, luego esperan afuera de la otra unidad. Se realiza una verificación para asegurarse de que no haya policía alrededor y se entregan las botellas de licor.
Un residente local pregunta: “¿Cómo no va a haber embriaguez si hay acceso a alcohol barato en cualquier momento de la noche?”
El vicepresidente de la asociación de residentes de Arenal, Alain Cabonell, se pregunta: “Tenemos la ley de excesos y la ordenanza de Palma y sin embargo esto sucede.”
A pesar de la ley y la ordenanza, él cree que las regulaciones no son claras y están siendo aprovechadas. Explica que la nueva ordenanza de Palma está actualmente en forma de borrador y que entra en conflicto con la de Llucmajor.
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