Rusia está retirando a 100 de sus oficiales paramilitares de Burkina Faso para ayudar en la guerra en Ucrania. Son parte de unos 300 soldados de la Brigada Oso, una empresa militar privada rusa, que llegaron a la nación de África Occidental en mayo para apoyar a la junta militar del país. En su canal de Telegram, el grupo dijo que sus fuerzas regresarían a casa para apoyar la defensa de Rusia contra la ofensiva reciente de Ucrania en la región de Kursk. Existen temores de que la retirada pueda fortalecer a los insurgentes islamistas en Burkina Faso, que recientemente mataron a hasta 300 personas en uno de los mayores ataques en años. Burkina Faso ha sufrido ataques yihadistas regulares desde 2015, con más de dos millones de personas desplazadas en lo que los grupos de ayuda llaman la crisis “más descuidada” del mundo. La junta bajo el presidente interino Capitán Ibrahim Traoré, que llegó al poder en un golpe de Estado en septiembre de 2022, prometió poner fin a los ataques pero ha tenido dificultades, incluso después de buscar nuevas alianzas de seguridad con Rusia. Con casi la mitad del país fuera del control gubernamental, los grupos yihadistas están atacando cada vez más a civiles y unidades militares. Los supervivientes dicen que hasta 300 personas murieron el sábado en la ciudad norteña de Barsalogho, en un ataque que fue reivindicado por un grupo armado vinculado a Al Qaeda, Jamaat Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM). Se informa que eran tanto civiles como personal militar que ayudaba a cavar trincheras para proteger la ciudad contra los ataques yihadistas. Las autoridades no han dicho cuántas personas murieron, pero el Ministro de Comunicación Rimtalba Jean Emmanuel Ouedraogo calificó el ataque de “bárbaro”. Se dice que la Brigada Oso es responsable de proteger a altos funcionarios de Burkina Faso, incluido el Capitán Traoré, cuyo liderazgo ha sido amenazado anteriormente. Llegaron en el mismo mes en que se escucharon disparos en la capital de Burkina Faso cerca del palacio presidencial, aumentando la especulación sobre la creciente oposición al líder de la junta, quien afirmó haber frustrado un intento de golpe de Estado el año pasado. Vídeos que circularon en las redes sociales y que fueron confirmados por el grupo mostraban al líder militar de Burkina Faso siendo custodiado por hombres con uniformes que mostraban banderas rusas. El grupo dice que está protegiendo al embajador ruso en Ouagadougou, la capital de Burkina Faso. Unos 100 miembros de esta unidad especializada están listos para abandonar el país de África Occidental, solo tres meses después de llegar. Su repentina salida está relacionada con la reciente ofensiva ucraniana en la región de Kursk de Rusia. “Cuando el enemigo llega a nuestro territorio ruso, todos los soldados rusos olvidan los problemas internos y se unen contra un enemigo común”, dijo el comandante de la Brigada Oso Viktor Yermolaev al periódico francés Le Monde. El martes, el grupo publicó en su canal de Telegram que la unidad estaba regresando a su base en Crimea, ocupada por Rusia, “en relación con los acontecimientos recientes”. No está claro cómo la junta de Burkina Faso planea compensar la pérdida de apoyo militar después de la retirada parcial de la Brigada Oso. Burkina Faso, al igual que sus vecinos Mali y Níger, está luchando contra varios grupos islamistas que operan en la región semiárida del Sahel, al sur del Desierto del Sáhara. Los militares han tomado el poder en los tres países y formaron la Alianza de Estados del Sahel. Han cortado lazos con la antigua potencia colonial Francia y se han aliado con Rusia en su lugar, comprando armas y desplegando combatientes con el grupo mercenario Wagner, ahora conocido como el Cuerpo de África. Sin embargo, los grupos armados han intensificado sus ataques, especialmente en Burkina Faso, a pesar del reclutamiento masivo por parte de los Voluntarios para la Defensa de la Patria, una milicia de autodefensa.
