Getty Images reports that Ukrainian soldiers have been instructed to hold onto territory in the Kursk region until Trump assumes office with new policies in January. The soldiers are feeling dark and angry about the situation, describing it as worsening every day and expressing confusion about their goals. They are facing dire weather conditions, lack of sleep, and constant bombardment from Russia, leading to a sense of defeat. The soldiers, communicating via Telegram, paint a bleak picture of the battle and express concerns about the lack of motivation. They are retreating as Russian forces reclaim territory, with the orders being to maintain control until the new US president takes office. The soldiers speak of fatigue, inadequate resources, and the arrival of units with little time to rest, questioning the effectiveness of their mission. Despite the use of long-range weapons by allies and attempts to thwart Russian advances, morale remains low among the soldiers. The soldiers feel misplaced in Kursk and believe their focus should be on Ukraine’s eastern front. They have not encountered North Korean troops as rumored and express skepticism about the rewards offered for capturing them. The situation in Kursk is reminiscent of previous failed operations, with the soldiers facing challenges and uncertainties about the outcome. Según se piensa, hasta 1,000 soldados ucranianos podrían haber sido asesinados.
Algunos lo vieron como una estratagema, diseñada para distraer la atención de la falta de progreso en otros lugares.
Temen que algo similar pueda estar sucediendo en Kursk.
“Buena idea pero mala implementación”, dice Myroslav, un oficial de marina que sirvió en Krynky y ahora está en Kursk.
“Efecto mediático, pero sin resultado militar.”
Los analistas militares insisten en que, a pesar de todas las dificultades, la campaña de Kursk sigue desempeñando un papel importante.
“Es la única área donde mantenemos la iniciativa”, dijo Serhiy Kuzan, del Centro de Seguridad y Cooperación de Ucrania.
Reconoció que las fuerzas ucranianas estaban experimentando “condiciones increíblemente difíciles” en Kursk, pero dijo que Rusia estaba dedicando vastos recursos a expulsarlos – recursos que preferiría utilizar en otros lugares.
“Mientras podamos mantener este frente de Kursk – con un equipo adecuado, artillería, Himars y por supuesto armas de largo alcance para atacar su retaguardia – mejor”, dijo.
En Kiev, los altos mandos respaldan la operación de Kursk, argumentando que todavía está cosechando recompensas militares y políticas.
“Esta situación molesta a Putin”, dijo recientemente uno, bajo condición de anonimato. “Está sufriendo grandes pérdidas allí.”
Respecto a cuánto tiempo podrían resistir las tropas ucranianas en Kursk, la respuesta fue clara.
“Mientras sea factible desde el punto de vista militar.”
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