Un tribunal en el sur de Rusia ha condenado a dos soldados rusos a cadena perpetua alrededor de un año después del asesinato de nueve civiles ucranianos, incluidos dos niños.
Investigadores dijeron que los dos acusados entraron en una casa en la ciudad de Volnovakha, que está en la región de Donetsk en el este de Ucrania y está ocupada por tropas rusas. Luego dispararon y mataron a una familia de tres generaciones con sus armas silenciadas.
Los acusados niegan el crimen y han anunciado su intención de apelar la sentencia, informó la agencia de noticias estatal rusa Tass el viernes.
Inicialmente, el motivo se dijo que era un intento de obtener vodka, que está prohibido para las tropas en servicio activo. Sin embargo, la sentencia afirma que los perpetradores cometieron el asesinato por “odio político, ideológico, racista, nacional o religioso”.
El juicio se llevó a cabo a puerta cerrada.
Kiev ha acusado repetidamente a las tropas rusas de cometer crímenes graves en la zona de guerra. Moscú generalmente niega que se hayan cometido tales delitos, e incluso el parlamento ruso ha aprobado una ley que convierte en delito “difamar” al ejército ruso.
Los informes públicos de tales sentencias, especialmente con una justificación que confirma las acusaciones ucranianas, se consideran relativamente raros.