Trama yihadista de Año Nuevo por dos jóvenes de Elche frustrada.

Dos de los cuatro adolescentes arrestados en Elche (Alicante) el 19 de diciembre habían estado planeando un ataque para Nochevieja. Su objetivo era la Basílica de Santa María, donde pretendían llevar a cabo el atentado, según las investigaciones policiales iniciales.

Los menores habían estado en contacto con otros islamistas radicales a través de las redes sociales, buscando consejos sobre cómo adquirir o fabricar explosivos. La policía descubrió que los dos adolescentes más radicalizados tenían varios cuchillos y miles de euros en efectivo, una cantidad inusualmente grande para menores, lo que levantó sospechas entre los investigadores.

Esto se enmarca en una amplia represión de la actividad yihadista en España, donde las autoridades han arrestado a 81 individuos por delitos relacionados con el yihadismo en 2024, la cifra más alta desde los atentados del 11-M en Madrid en 2004, según Europa Press.

El 19 de diciembre, agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, especializados en contraterrorismo, arrestaron a cuatro adolescentes en Elche. Las investigaciones sobre su actividad en línea y datos de teléfonos móviles revelaron que dos de los menores, ambos de origen marroquí, estaban preparando un gran ataque.

Los dos menores arrestados ya habían expresado su intención de cometer un atentado y estaban buscando activamente información sobre explosivos. Específicamente, apuntaban al TATP (peróxido de acetona), un explosivo altamente inestable conocido como “la madre de Satanás”, que se utilizó en los atentados de Madrid en 2004 y en los ataques de Cataluña en 2017.

En este último caso, el explosivo detonó accidentalmente en una casa en Alcanar, causando la muerte del imán responsable del complot.

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Las investigaciones sobre los dispositivos electrónicos incautados a los menores han confirmado que estaban preparando algo significativo. Las autoridades actuaron rápidamente, adelantando la operación antiterrorista para prevenir la amenaza inminente.

Los otros dos menores arrestados ese mismo día parecen haber estado menos involucrados en el complot. Si bien los cuatro adolescentes se conectaron inicialmente a través de las redes sociales durante su proceso de radicalización, estos dos no habían alcanzado el mismo nivel de compromiso o violencia. No estaban al tanto de los planes de ataque y fueron arrestados sin mayor participación en la conspiración.

Los cuatro menores se encuentran actualmente en un centro de detención juvenil en Madrid.