Pocas empresas de atención médica se aventuran en proyectos más desafiantes o intensivos en recursos que el desarrollo de una nueva terapia farmacológica. En promedio, se necesitan de 10 a 12 años y millones de dólares para desarrollar y aprobar un nuevo medicamento para su prescripción. Pero las empresas de biotecnología en etapas tempranas, ingeniosas, están descubriendo que tanto el cronograma de desarrollo del medicamento como la etiqueta de precio pueden reducirse significativamente a través de una colaboración intencional con socios afines. La colaboración no es solo un movimiento inteligente desde el punto de vista comercial; en el clima actual, es imperativo para la supervivencia empresarial. Las quiebras de empresas de biotecnología alcanzaron su punto máximo en 2023, y las empresas de todos los tamaños son cada vez más conscientes del impacto que la colaboración tiene para avanzar en el desarrollo de medicamentos a pesar de los desafíos de fabricación y financieros.