Una rápida decisión de un trabajador de control ferroviario para evitar un desastre fue la razón detrás de un descarrilamiento de tren en el túnel de la estación de tren de Atocha en Madrid.
La noticia fue dada a conocer por el Ministro de Transporte, Óscar Puente, el martes, quien declaró el día anterior que ‘no especularía’ sobre lo sucedido hasta que hubiera evidencia y ni siquiera descartó el sabotaje.
El incidente ocurrió el sábado, pero tomó casi tres días para que el ministro revelara que un gestor de tráfico trabajando para la autoridad ferroviaria de España, Adif, cambió de vía a un tren descontrolado.
La rápida acción evitó que chocara contra un tren de pasajeros de Iryo que se dirigía a la estación de Chamartín.
El tren vacío estaba siendo remolcado a un taller pero se desenganchó, obligando a tomar medidas drásticas para colocarlo en otra vía.
Alrededor de 25,000 personas sufrieron retrasos y cancelaciones el domingo, con rutas entre Madrid y el este de España afectadas.
Óscar Puente admitió que el tren descontrolado ‘podría haber chocado con otro tren’, en lo que sin duda habría sido el accidente ferroviario más grave desde el desastre de Santiago en julio de 2013, con 80 muertes y 144 personas heridas.
Dijo que el tren vacío ‘entró en caída libre’, y que se está llevando a cabo una investigación completa sobre por qué se ‘desenganchó’.
“La verdad es que la decisión de este trabajador evitó cualquier riesgo para las personas y para otros trenes que podrían estar en la zona de Atocha,” concluyó Puente.