ERIE, Pa. — La vicepresidenta Kamala Harris y el ex presidente Donald Trump enviaron a sus compañeros de fórmula a un condado de voto indeciso en un estado crucial en la batalla electoral.
Pero, ¿alguien fue influenciado?
La historia muestra que el condado de Erie elige presidentes: votó por Barack Obama dos veces, por Trump en 2016 y luego por Biden en 2020.
El senador J.D. Vance hizo su presentación para la candidatura de Trump a finales de agosto, y los votantes dijeron que su historia de crecer en un pueblo olvidado de Ohio les llegó al corazón. Luego, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, hizo sus ofrecimientos a la clase trabajadora de Erie la semana pasada para la candidatura demócrata.
“Estoy indeciso con ambos candidatos”, dijo Vince Palermo, un propietario de pequeña empresa de 45 años del municipio de Millcreek, a The Post en una gasolinera al otro lado de la calle donde aterrizó el jet “Nuevo Camino Adelante” de Walz momentos antes.
Mientras llenaba su tanque, Palermo señaló que bajo la administración de Trump, “no teníamos estos aumentos de precios”. Ahora “todo sube”.
Palermo, anteriormente en la junta demócrata del condado de Erie, se registró como republicano en 2020 y votó por Trump “para ver qué podía hacer un externo”.
Pero en 2024, le resulta difícil apoyar a Trump y cree que sus ataques a los jueces han “ridiculizado” el sistema de justicia penal: el ex presidente “simplemente no le importa”.
Aun así, Palermo admitió que era “difícil” decir si podría ser persuadido hacia Harris.
“No creo que tenga suficiente experiencia”, dijo, a diferencia de Hillary Clinton, por quien votó en 2016.
Palermo no quedó muy impresionado con los comentarios de Walz en Erie, pero reconoció que el candidato a vicepresidente es “más persona” que la actual vicepresidenta Harris, señalando que rechazó aumentos de salario como gobernador en 2023 y 2024.
“Da la impresión de ser una persona común, pero tengo mis sospechas sobre el habla de la persona común”, dijo. Los demócratas lo eligieron “solo porque tiene el pelo gris”.
Palermo no fue el único votante indeciso que se detuvo en la gasolinera del municipio de Millcreek ese día.
Chuck Jones, de 40 años y apilador de cajas de Erie, dijo que votó “todo demócrata” en 2020 pero no está seguro de a quién irá su voto este año.
“No todos son quienes dicen ser”, dijo Jones a The Post. “Te dicen una cosa un minuto, otra al siguiente”.
Harris en su primera entrevista como candidata dijo que no prohibiría el fracking, que es un gran negocio en Pensilvania, y negó que estuviera cambiando de opinión después de decir en un foro de CNN cuando se postulaba para presidente en 2019: “No hay duda de que estoy a favor de prohibir el fracking”.
Lehualani Rounds, una trabajadora de la salud de 43 años de Erie, dijo a The Post que Harris “es demasiado llamativa. Es falsa”. Planea votar por Trump nuevamente porque “no endulza las cosas”.
No está sola en sus sentimientos sobre la teatralidad de la carrera. Barry LaCastro, de 50 años y agente comercial del sindicato local de Trabajadores Internacionales de Escenarios Teatrales de Erie, no está impresionado con la lucha de barro entre Vance y Walz: “¿Por qué no puedes simplemente postularte en base a tu plataforma?”
“Personas como yo están cansadas de los insultos”, dijo LaCastro a The Post, mientras sus hombres desmontaban el escenario del mitin de Walz y cargaban el equipo en camiones con destino a Pittsburgh.
Harris está en una “guerra verbal” porque dice que reducirá los costos, pero “eres la vicepresidenta”, dijo.
Aun así, “mi alma no puede votar” por Trump y su “veneno”, dijo LaCastro, aunque le gustaba la economía de Trump.
Mientras que sus empleados están divididos por igual entre Harris y Trump, dijo que el 30% son como él: indecisos.
Palermo conoce a muchos estadounidenses “muy decepcionados” que “no van a votar”.
Votó dos veces por Obama porque “podía relacionarse con la gente”. Tenía la “esencia de Kennedy”.
“Me gustaría ver a alguien que pueda unirnos”, declaró Palermo. Harris “simplemente no lo tiene, y no sé si alguna vez lo va a tener”.
Kasheen Henderson, de 58 años, un fontanero jubilado que ha votado predominantemente por los demócratas y trabaja con una asociación de inquilinos para mantener bajos los alquileres en la zona, también está indeciso. “Estoy disponible cuando se trata de esta elección. No confío en ninguno de los dos partidos en este momento. Puedo señalar a Trump un millón de veces. Kamala, podemos hacer lo mismo”, añadiendo que la vicepresidenta no tiene la experiencia que él busca en un presidente.
“Es una mujer hermosa. Es inteligente. ¿Puede dirigir este país? No”, dijo Henderson.
Su voto se basará en la confianza: “Demasiadas personas prometen demasiadas cosas”.
Su bolsillo también influirá en su decisión: “No estoy ahorrando dinero en este momento”.
“¿Cómo puedo votar por esta persona cuando es parte de esa administración?”
Henderson tenía previsto reunirse con Walz mientras estaba en la ciudad para la asociación de inquilinos, pero el candidato a vicepresidente canceló.
Él dice que si y cuando el grupo se reúna con Walz, “podría tomar una decisión”.