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La emocionante Real Mallorca de Jagoba Arrasate venció a Valladolid en su Estadio José Zorrilla el viernes por la noche e infligió la primera derrota en casa del equipo local en la temporada. El resultado también significó que nosotros, los mallorquinistas, nos fuimos a la cama felices, ya que no habíamos visto nada así en años. Temporalmente nos ubicamos en el cuarto lugar compartido en una posición de Champions League.
La estrella de Mallorca fue sin duda el muy criticado Cyle Larin, quien finalmente logró marcar el gol que él y nosotros, los fanáticos, habíamos estado esperando una eternidad y fue un golazo. Justo antes de la hora de juego, Dani Rodríguez puso un pase mágico por encima de las cabezas de la defensa local, que Larin controló como un gimnasta sin que tocara el suelo para marcar el primer gol contra su antiguo club. Esperemos que ahora, con Larin consiguiendo ese ansiado gol, las puertas se abran para el delantero canadiense.
El equipo de Arrasate jugó con desparpajo y velocidad, y Valladolid siempre pareció estar en desventaja mientras sus aficionados cantaban para que la directiva de Valladolid se fuera al carajo. En el minuto 81 fue un toque de déjà vu cuando el lateral Valery Fernández – como lo hizo el lunes contra el Betis – apareció para duplicar la ventaja del Mallorca después de un terrible error de la defensa local. Iván Sánchez de Valladolid anotó con un sublime disparo de zurda en el minuto 93 y fue un momento de nervios. Afortunadamente, Mallorca tuvo suficiente en el tanque y aguantó para llevarse los tres puntos.
Esta fue una victoria espectacular para Mallorca y el sueño continúa el próximo sábado a las 2pm cuando enfrentemos a uno de nuestros enemigos acérrimos, el Espanyol, en Barcelona. Si ganamos ese difícil partido, habríamos completado nuestra cuarta victoria consecutiva como visitantes, algo que nunca ha logrado el club de Palma. Mallorca es un equipo diferente esta temporada bajo el nuevo entrenador Arrasate y por el momento los días felices han regresado.
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