La ciudad más al sur de España se ha unido a la revuelta contra el turismo de masas ‘depredador’ después de que un nuevo grupo comenzara a pegar mensajes alrededor de la ciudad.
Una ciudad turística de 18,000 habitantes, siempre popular entre surfistas, kitesurfistas y todo tipo de entusiastas de las autocaravanas, Tarifa ha forjado desde hace tiempo una reputación entre cierto tipo de viajero.
Pero sus números han aumentado cada año hasta el punto de expulsar a las personas locales de sus propios hogares.
El grupo de presión Adelante Andalucía se quejó en un comunicado de prensa de que más del 90% del stock de viviendas de la ciudad está ahora dedicado al turismo.
Esto ha creado ‘un modelo de empleo precario y estacional que genera una demanda que nuestros recursos no pueden satisfacer’.
Advierten que el impacto ambiental es devastador, con los limitados recursos hídricos de la región siendo sobrecargados por desarrollos de lujo como campos de golf.
“Tarifa no vive del turismo; el turismo vive de Tarifa”, afirmó el portavoz Alejandro Gutiérrez.
“Nuestros servicios públicos están luchando para hacer frente al flujo de turistas, especialmente durante la temporada alta cuando la población puede aumentar hasta siete veces”.
Destacaron la absurdidad de la situación, señalando que incluso los trabajadores esenciales como los profesionales de la salud luchan por encontrar alojamiento durante los meses de verano.
“Está claro que la industria turística está explotando a Tarifa, en lugar de que sea al revés”, afirmó el grupo, antes de declarar ‘Andalucía no está en venta, Andalucía contraataca’.
La campaña está llamando a un enfoque más sostenible para el turismo, uno que beneficie a las comunidades locales y proteja el medio ambiente.
Una nueva propuesta del gobierno del Partido Socialista de España es requerir que todo alojamiento turístico en un bloque de apartamentos tenga la aprobación de la asociación de propietarios antes de poder ser utilizado.
Esencialmente, el resto de los residentes en el edificio tendrían que decir que sí antes de que un apartamento de alquiler turístico como Airbnb pueda comenzar a operar.
Según la propuesta, que ha sido vista por el periódico El País y la cadena de radio Cadena Ser, esta nueva regla no podría aplicarse de forma retroactiva, lo que significa que el alojamiento turístico existente no se vería afectado.
Esto ocurre en un momento en que se están llevando a cabo protestas regulares en todo el país para exigir un nuevo modelo de turismo y protestar contra los efectos negativos que el sector está teniendo en la vida cotidiana de los españoles.