Con la afluencia de turistas de verano, Torrevieja se enfrenta al mismo problema desafortunado cada año con la falta de disponibilidad de sus taxis, especialmente con el ajetreo de la noche, ya que turistas y residentes enfrentan largas colas al intentar encontrar un transporte a casa.
Actualmente, Torrevieja cuenta con 86 licencias de taxi, de las cuales solo 84 están en funcionamiento debido a problemas legales con otras dos.
De las licencias activas, entre 10 y 12 taxis solo operan durante las horas diurnas. Además, siempre hay un número de vehículos en servicio, conductores tomando días de descanso y recogidas en el aeropuerto de Alicante. En temporada alta, solo entre 60 y 65 taxis están disponibles para satisfacer la demanda de toda la población.
El portavoz de Sueña, Pablo Samper, cree tener una solución, proponiendo la autorización temporal de 30 licencias desde el 1 de abril hasta el 30 de septiembre, periodo que coincide con los meses de verano.
“Proponemos una solución práctica y efectiva: la asignación de 30 licencias temporales para la temporada alta, operando desde el 1 de abril hasta el 30 de septiembre. Esta medida aliviaría la carga sobre el sistema actual, asegurando que tanto turistas como residentes puedan disfrutar de un servicio de taxi eficiente y accesible,” dijo.
Cada verano, la población de Torrevieja se triplica, pasando de 100,000 a más de 300,000 personas durante los meses de julio y agosto. Este aumento genera una demanda excesiva de servicios de taxi, dejando a turistas y residentes esperando durante horas por un vehículo o, en muchos casos, sin acceso al servicio. La situación es particularmente grave para aquellos que tienen que desplazarse a su lugar de trabajo o a hospitales o centros de salud.
La realidad es que el caos de tráfico y las largas esperas en puntos clave como la Avda Ramón Gallud, el Paseo de la Libertad, el centro comercial Habaneras, Carrefour, clínicas ambulatorias y las zonas de La Mata y las playas, rara vez ven taxis libres que puedan recoger pasajeros. Además, la construcción de nuevos desarrollos urbanos, como el de La Hoya, añadirá 7,000 viviendas y 14,000 personas más al tráfico de la ciudad, agravando aún más el problema.