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En verano de 2023, un informe de evaluación de riesgos policiales clasificó al portugués de 48 años, Vitor Aníbal Temporao Martins, como ‘alto riesgo’. Arrestado por el asesinato de Erika Röhrig, de 74 años, en Colonia Sant Jordi el miércoles, el hombre había sido investigado por violencia de género. El informe indicaba que “se han detectado una combinación de indicadores que aumentan significativamente la probabilidad de que el agresor ejerza violencia muy grave o letal sobre la víctima”.
La víctima a la que se refería era la hija de Erika, ex pareja de Vitor. La evaluación de riesgos se realizó tras un incidente el 10 de junio de 2023, cuando atacó a una amiga de la mujer sin motivo aparente. En ese momento, fue arrestado por violencia doméstica, y los investigadores determinaron que la mujer había sido objeto de abusos durante 22 años. La mujer le dijo a la policía que temía por su seguridad, que le tenía “mucho miedo” y que había decidido denunciarlo “para que no haya más víctimas”.
A pesar de todo esto, continuó viviendo con Erika y su hija en la propiedad en el desarrollo Ses Colònies en Colonia Sant Jordi. La relación se había deteriorado por completo doce meses antes, en junio de 2022. Aun así, como no trabajaba, no tenía a dónde ir y tenía recursos limitados, se quedó en la casa.
Él culpaba a la mujer de haber “arruinado su vida”. Pero durante un período de diecisiete años antes de su arresto en junio de 2023, acumuló varias infracciones contra la seguridad pública, por atacar a agentes de la ley, por causar lesiones, entre otras.
La Guardia Civil dice que la discusión entre Vitor y Erika que resultó en el asalto fatal fue por dinero que él quería usar para comprar alcohol. Se ha establecido que él es alcohólico y sufre de problemas mentales.
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