El Sr. Biden había anticipado que el plan sería inaceptable para algunos miembros del gobierno israelí, dijo Matthew Miller, un portavoz del Departamento de Estado, el lunes.
“Y por supuesto, hemos visto que algunos miembros del gobierno israelí ya han salido a oponerse”, dijo el Sr. Miller. Pero dijo que la propuesta estaba “en los intereses de seguridad a largo plazo de Israel. Obviamente, también está en los intereses a largo plazo del pueblo palestino”.
El Sr. Miller dijo que desde que el Sr. Biden anunció el plan el viernes, el Secretario de Estado Antony J. Blinken había hablado con los ministros de Relaciones Exteriores de Turquía, Qatar, Arabia Saudita, Jordania, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos. También había hablado con Benny Gantz, un miembro del gabinete de guerra de Israel, y con el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant.
“Estamos completamente seguros de que Israel apoya el plan de alto el fuego”, dijo el Sr. Miller, añadiendo que se presentó la semana pasada a Hamas, que aún no ha respondido formalmente.
Hamas ha dicho que “ve positivamente” la propuesta tal como la describió el Sr. Biden el viernes. No ha dicho si aceptaría el acuerdo. El domingo, Ghazi Hamad, un alto funcionario de Hamas, dijo a un medio de comunicación egipcio que “la pelota” estaba ahora “en el campo israelí”.
El Sr. Netanyahu ha insistido en que la propuesta de alto el fuego permitiría a Israel seguir luchando contra Hamas hasta que se logren todos sus objetivos de guerra, incluida la destrucción de las capacidades militares y de gobierno del grupo, que lideró los mortales ataques del 7 de octubre en el sur de Israel.
Dos funcionarios israelíes confirmaron que la oferta compartida por el Sr. Biden se alineaba generalmente con la propuesta de alto el fuego más reciente que Israel había presentado en conversaciones mediadas por Qatar y Egipto.
A pesar de que el enfoque del mundo se ha centrado en el creciente número de muertos y la crisis humanitaria en Gaza, en Israel el enfoque está en la seguridad y liberación de los rehenes, muchos de ellos civiles, capturados el 7 de octubre y llevados a Gaza.
