Lina Sinjab
Corresponsal de la BBC en Medio Oriente
Reportando desde Damasco, SiriaReuters
Se han celebrado funerales por algunos de los cientos de muertos
El líder interino de Siria ha apelado a la unidad, mientras la violencia y los asesinatos por venganza continuaron en áreas leales al ex líder derrocado Bashar al-Assad el domingo.
Según informes, cientos de personas han huido de sus hogares en las provincias costeras de Latakia y Tartus, bastiones del apoyo a Assad.
Los residentes locales han descrito escenas de saqueos y asesinatos masivos, incluidos niños.
En Hai Al Kusour, un barrio predominantemente alauita en la ciudad costera de Banias, los residentes dicen que las calles están llenas de cuerpos esparcidos, amontonados y cubiertos de sangre. Hombres de diferentes edades fueron asesinados a tiros allí, según testigos.
La secta alauita es una rama del islam chiita y representa alrededor del 10% de la población de Siria, que es mayoritariamente musulmana suní. Assad pertenece a la secta.
La gente tenía demasiado miedo para siquiera asomarse por las ventanas el viernes. La conexión a internet es inestable, pero cuando se conectaban se enteraban de las muertes de sus vecinos a través de publicaciones en Facebook.
Un hombre, Ayman Fares, le dijo a la BBC que fue salvado por su reciente encarcelamiento. Había publicado un video en su cuenta de Facebook en agosto de 2023 criticando a Assad por su gobierno corrupto. Fue arrestado poco después y solo fue liberado cuando las fuerzas lideradas por islamistas liberaron a los prisioneros después de la caída de Assad en diciembre pasado.
Los combatientes que recorrieron las calles de Hai Al Kusour lo reconocieron, por lo que se libró de la muerte pero no del saqueo. Se llevaron sus autos y continuaron saqueando otras casas.
“Eran extraños, no puedo identificar su identidad o idioma, pero parecían ser uzbekos o chechenos”, me dijo el Sr. Fares por teléfono.
“También había algunos sirios con ellos pero no eran de la seguridad oficial. Algunos civiles también estaban entre los que llevaron a cabo los asesinatos”, agregó.
El Sr. Fares dijo que vio familias asesinadas en sus propias casas, y mujeres y niños cubiertos de sangre. Algunas familias corrieron a los techos para esconderse pero no se libraron de la matanza. “Es horroroso”, dijo.
El Observatorio Sirio con sede en el Reino Unido documentó más de 740 civiles muertos en las ciudades costeras de Latakia, Jableh y Banias. Se informa que otros 300 miembros de las fuerzas de seguridad y restos del régimen de Assad murieron en enfrentamientos.
La BBC no ha podido verificar de forma independiente el número de muertos.
El Sr. Fares dijo que las cosas se estabilizaron cuando el ejército sirio y las fuerzas de seguridad llegaron a la ciudad de Banias. Expulsaron a otras facciones de la ciudad y proporcionaron corredores para que las familias accedieran a áreas seguras, dijo.
Ali, otro residente de Banias que nos pidió que no usáramos su nombre completo, corroboró el relato del Sr. Fares. Ali, que vivía en Kusour con su esposa e hija de 14 años, huyó de su casa con la ayuda de las fuerzas de seguridad.
“Vinieron a nuestro edificio. Teníamos demasiado miedo solo escuchando los disparos y los gritos de la gente en el vecindario. Nos enteramos de las muertes a través de publicaciones esporádicas en Facebook cuando logramos conectarnos. Pero cuando vinieron a nuestro edificio, pensamos que estábamos acabados”, dijo.
“Estaban buscando dinero. Llamaron a la puerta de nuestro vecino llevándose su auto, su dinero y todo el oro o objetos de valor que tenía en su casa. Pero no lo mataron.”
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Se produjo un enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad sirias y los leales a Assad en la región costera del país a principios de esta semana
Los suníes mayoritarios de Siria han enfrentado atrocidades a manos de las fuerzas del régimen de Assad en los últimos 13 años. Esto ha alimentado el odio sectario principalmente hacia la minoría alauita, cuyos miembros están afiliados a crímenes de guerra.
Según grupos de derechos humanos, hay evidencia de que los oficiales de seguridad alauitas estuvieron involucrados en el asesinato y tortura de miles de sirios, la mayoría de los cuales son musulmanes suníes, durante el régimen de Assad.
La mayoría de los miembros del ejército y las fuerzas de seguridad que murieron son principalmente de la comunidad suní y ahora algunos en la comunidad suní están pidiendo represalias, pero el presidente ha llamado a la calma.
Sharaa, cuyas fuerzas islamistas derrocaron a Assad hace tres meses, debe ahora equilibrar la provisión de seguridad para todos con la persecución de la justicia por los crímenes del régimen de Assad y sus secuaces.
Si bien tiene autoridad sobre algunas de las tropas que lo ayudaron a llegar al poder, algunas facciones claramente están fuera de su control. Esas facciones también incluyen combatientes extranjeros con una agenda islamista radical.
Para llevar a Siria hacia un futuro seguro y democrático, muchos argumentan que Sharaa necesita poner fin a la presencia de cualquier combatiente extranjero y entregar una constitución que proteja los derechos de todos los sirios, independientemente de su origen o religión.
Si bien se le ve trabajando hacia el marco legal para dicha constitución, controlar las facciones violentas y expulsar a los combatientes extranjeros será un desafío importante.