El ministro de Relaciones Exteriores de Siria ha dicho al organismo mundial de armas químicas que el nuevo gobierno está comprometido con destruir cualquier stock restante producido bajo el presidente destituido Bashar al-Assad. Dirigiéndose a una reunión de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) en La Haya, Asaad al-Shibani prometió “poner fin a este legado doloroso, llevar justicia a las víctimas y garantizar que el cumplimiento del derecho internacional sea sólido”. Pero añadió que Siria “necesitará el apoyo de la comunidad internacional”. El gobierno de Assad negó haber usado armas químicas durante la guerra civil de 14 años, pero activistas lo acusaron de llevar a cabo decenas de ataques químicos. En 2013, se lanzaron cohetes con el agente nervioso sarín en varios suburbios controlados por los rebeldes en Guta Oriental y Occidental, matando a cientos de personas. Expertos de la ONU confirmaron el uso del agente nervioso sarín, pero no se les pidió atribuir ninguna culpa. Assad negó que sus fuerzas dispararan los cohetes, pero aceptó firmar la Convención sobre Armas Químicas (CAQ) y permitir una misión conjunta de la OPAQ y la ONU para destruir el arsenal químico declarado de Siria. Sin embargo, quedaron dudas sobre la precisión y la completitud de la declaración de Siria. El Equipo de Investigación e Identificación de la OPAQ documentó múltiples usos de armas químicas durante la guerra, identificando al ejército sirio como el perpetrador de cinco casos de uso de armas químicas en 2017 y 2018. Incluyeron el ataque de abril de 2018 en Douma, en Guta Oriental, cuando se cree que un helicóptero de la fuerza aérea siria lanzó dos cilindros llenos de gas cloro altamente concentrado en dos edificios de apartamentos, matando al menos a 43 personas. Una misión anterior de determinación de hechos de la OPAQ, que no tenía el mandato de identificar a los perpetradores, también encontró que se usaron armas químicas o probablemente se usaron en otras 20 ocasiones. El mes pasado, el director general de la OPAQ, Fernando Arias, visitó Damasco para mantener conversaciones con Shibani y el presidente interino de Siria, Ahmed al-Sharaa, quien lideró la ofensiva rebelde que derrocó a Assad en diciembre. En la reunión del miércoles, Arias declaró que “el panorama político en evolución en Siria” brindaba a la comunidad internacional “una oportunidad nueva e histórica para completar la eliminación del programa de armas químicas de Siria”. Dijo que un equipo de expertos técnicos de la OPAQ sería desplegado en Damasco en los próximos días y comenzaría a planificar visitas a los presuntos sitios de armas químicas. Shibani también se reunió con el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, en La Haya el miércoles. La CPI dijo que sus conversaciones “dieron seguimiento a la visita del fiscal en enero a Damasco, explorando asociaciones hacia la rendición de cuentas por los crímenes cometidos en Siria”. Siria no es miembro de la CPI, pero Khan ha dicho que el nuevo gobierno podría aceptar la jurisdicción de la corte como primer paso, como lo ha hecho Ucrania con respecto a la guerra con Rusia.
