El viernes pasado, 21 de marzo de 2025, para conmemorar el aniversario del terremoto, la Escuela Secundaria Las Lagunas organizó un simulacro de emergencia de terremoto a gran escala, el tercero de su tipo organizado por el consejo local.
El Terremoto de Torrevieja del 21 de marzo de 1829 sigue siendo uno de los desastres naturales más devastadores que golpeó el sureste de España. El terremoto causó estragos en la región de Vega Baja del Segura, con Torrevieja y Guardamar del Segura siendo las más afectadas.
Aunque no existían instrumentos sísmicos en ese momento, las estimaciones modernas sitúan la magnitud del terremoto en aproximadamente 6.6 en la escala de Richter, con el epicentro cerca de Torrevieja, cerca de Guardamar.
El terremoto derribó edificios, hogares e iglesias, dejando alrededor de 400 personas muertas y miles heridas. Grandes porciones de la Vega Baja quedaron reducidas a escombros, lo que llevó a enormes esfuerzos de reconstrucción.
Después del desastre, Torrevieja fue reconstruida con calles más anchas y edificios más resistentes, diseñados para soportar mejor futuros terremotos.
La tragedia puso de manifiesto la vulnerabilidad sísmica de la región, que se encuentra en el sistema de fallas de la Cordillera Bética, y sigue siendo uno de los terremotos más poderosos jamás documentados en la Península Ibérica.
Hoy en día, está grabado en la memoria local, con monumentos y registros históricos que honran tanto a las víctimas como a la resiliencia de la comunidad. La tragedia también llevó a un requisito legal que obliga a los municipios en zonas de riesgo sísmico a desarrollar sus propios Planes de Acción Municipal de Riesgo Sísmico.
Aunque el esfuerzo de Torrevieja aún está esperando la aprobación del Gobierno Regional Valenciano, el pueblo no ha retrasado los preparativos. El viernes pasado, 21 de marzo de 2025, para conmemorar el aniversario del terremoto, la Escuela Secundaria Las Lagunas organizó un simulacro de emergencia de terremoto a gran escala, el tercero de su tipo organizado por el consejo local.
La simulación, supervisada por el Jefe de Bomberos Tomás Gallardo, imitó las consecuencias de un terremoto de magnitud 5, incluido el colapso parcial de un edificio y 115 personas atrapadas. Junto con los servicios de emergencia, los estudiantes participaron activamente en las operaciones de rescate y ayuda, aprendiendo habilidades vitales a través de la participación práctica.
El ejercicio también simuló la pérdida de suministro de agua potable, dos muertes hipotéticas y la evacuación de los 900 estudiantes. Según el alcalde Eduardo Dolón, tales ejercicios sirven a un doble propósito: educar al público sobre cómo responder a eventos sísmicos y capacitar a los servicios de emergencia para mejorar la velocidad y efectividad en escenarios reales.
Desafortunadamente, el mal tiempo obligó a la retirada de más de 100 personas, lo que interrumpió la ejecución completa del simulacro. Sin embargo, Dolón se ha comprometido a reprogramar el evento, subrayando su importancia crítica para la preparación de la comunidad.
Almoradí abrirá un Museo del Terremoto
Otro municipio local que fue devastado durante ese trágico evento fue Almoradí, que ha honrado la memoria del desastre con una oración anual a San Emigdio, el santo patrón invocado contra los terremotos.
El Ayuntamiento de Almoradí también está dando los toques finales al muy esperado “Museo del Terremoto”, que abrirá en la primavera de 2025.
Ubicado en una de las pocas casas que sobrevivieron y fueron reconstruidas después del terremoto, el museo tiene como objetivo dar vida a la historia a través de una experiencia inmersiva que permitirá a los visitantes revivir el impacto del terremoto en la vida diaria de los habitantes de la región.
El museo no solo relata los eventos del 21 de marzo de 1829 a las 6:15 a.m., sino que también recrea el renacimiento de Almoradí, ofreciendo un poderoso y emocionante viaje al evento más transformador en la historia de Vega Baja.
Además de preservar la historia, el museo también servirá un propósito educativo, creando conciencia sobre la prevención de desastres naturales, un tema crucial en una región históricamente vulnerable a tales eventos. Una sección especial del museo rendirá homenaje a José Agustín de Larramendi, una figura central en los esfuerzos de reconstrucción que dieron lugar al Almoradí moderno.