Las entregas de gas ruso a Europa a través de Ucrania terminarán el miércoles, cuando expire un acuerdo de cinco años entre el operador de tránsito de gas de Ucrania, Naftogaz, y Gazprom de Rusia. El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky dijo que su país no permitiría que Rusia “gane miles de millones adicionales con nuestra sangre” y le dio a la UE un año para prepararse. La Comisión Europea dijo que el sistema de gas del continente era “resistente y flexible” y que tenía la capacidad suficiente para hacer frente al fin del tránsito a través de Ucrania. El gas ruso representó menos del 10% de las importaciones de gas de la UE en 2023, según cifras del bloque, en comparación con el 40% en 2021. Varios países miembros de la UE, incluidos Eslovaquia y Austria, continúan importando cantidades significativas de gas de Rusia. El regulador de energía de Austria dijo que no preveía ninguna interrupción en el suministro, ya que había diversificado fuentes y acumulado reservas. Sin embargo, la decisión de Ucrania ya ha causado tensiones serias con Eslovaquia, que ahora es el principal punto de entrada de gas ruso a la UE y obtiene tarifas de tránsito por enviar el gas a Austria, Hungría e Italia. El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, amenazó con detener el suministro de electricidad a Ucrania, lo que llevó a Zelensky a acusarlo de ayudar a Putin a “financiar la guerra y debilitar a Ucrania”. Polonia se ofreció a apoyar a Kiev en caso de que Eslovaquia interrumpa sus exportaciones de electricidad, suministros que son cruciales para Ucrania, cuyas plantas de energía sufren ataques regulares de Rusia. Moldavia, que no es parte de la UE, podría verse seriamente afectada por el fin del acuerdo de tránsito. El gas alimentaba una central eléctrica en la que Moldavia dependía en gran medida para sus necesidades de electricidad. El ministro de Energía de Moldavia, Constantin Borosan, dijo que el gobierno había tomado medidas para asegurar suministros de energía estables al país, pero pidió a los ciudadanos que ahorraran energía. La presidenta Maia Sandu acusó al Kremlin de “chantaje” posiblemente destinado a desestabilizar su país antes de las elecciones generales de 2025. El gobierno moldavo también dijo que había ofrecido ayuda a Transnistria. Rusia ha transportado gas a Europa a través de Ucrania desde 1991. A medida que la UE ha reducido su dependencia del gas ruso, ha encontrado fuentes alternativas en gas natural licuado (GNL) de Qatar y Estados Unidos, así como gas canalizado desde Noruega. Una vez que se corte la ruta de tránsito ucraniana, TurkStream del Mar Negro, que llega a Turquía, Hungría y Serbia, será el único suministro de gas ruso a los países europeos. En diciembre, la Comisión Europea presentó planes que, según dijo, permitirían a los Estados miembros de la UE reemplazar por completo el gas que transita a través de Ucrania. Según los planes de contingencia de la UE, los países afectados recibirán gas griego, turco y rumano de la ruta Trans-Balcánica, mientras que el gas noruego se canalizará a través de Polonia. Más suministros también llegarán a Europa central a través de Alemania.
