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Abdujalil Abdurasulov, Noticias de la BBC
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Ucrania ahora puede usar armas occidentales para golpear objetivos dentro de Rusia. ¿Qué cambiará esta decisión y cómo afectará al frente en Ucrania?
Hasta ahora, los países occidentales restringieron el uso de sus armas a objetivos militares ubicados dentro de Ucrania, incluida Crimea y los territorios ocupados. Estaban preocupados de que atacar objetivos al otro lado de la frontera reconocida internacionalmente con armas proporcionadas por países de la OTAN pudiera escalar el conflicto.
Pero el último avance ruso en la región nororiental de Kharkiv convenció a los aliados de Kyiv de que para defenderse, Ucrania debe poder destruir objetivos militares al otro lado de la frontera también.
El mes pasado, Rusia lanzó un gran asalto terrestre en la región, abriendo un nuevo frente y capturando varios pueblos. El avance ruso representaba una seria amenaza para Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, que está a solo 30 km de la frontera.
La frontera en esta región es efectivamente la línea del frente, por lo que la prohibición de usar armas occidentales para golpear objetivos más allá de Ucrania permitió a las tropas rusas prepararse para esa operación en un entorno seguro.
Tras la creciente presión de Ucrania y otros estados europeos, Estados Unidos acordó cambiar su política y permitir a Kyiv golpear a Rusia con armas occidentales.
“El sello distintivo de nuestro compromiso ha sido adaptarnos y ajustarnos según sea necesario, para enfrentar lo que realmente está sucediendo en el campo de batalla, para asegurarnos de que Ucrania tenga lo que necesita, cuando lo necesita”, dijo el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, durante una reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN en Praga el viernes.
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Varias áreas residenciales fueron golpeadas en la última ola de Rusia en Kharkiv
Solo unos días antes de este anuncio, el presidente ruso, Vladimir Putin, amenazó con expandir “zonas sanitarias” en caso de que se utilicen armas de largo alcance occidentales para golpear el territorio ruso.
Dijo que los países de la OTAN en Europa deben recordar que tienen “estados con territorios pequeños y población densa”.
“Deben tener en cuenta este factor antes de discutir ataques profundos en el territorio ruso”, agregó.
Evitar una escalada es probablemente la razón por la que Estados Unidos no incluyó armas de largo alcance como ATACMS (Sistemas de Misiles Tácticos del Ejército) en su permiso para golpear a Rusia. Estos misiles tienen un alcance de 300 km y podrían usarse para golpear bases militares y aeródromos hasta en el territorio ruso.
Tales limitaciones dejan a Ucrania solo la opción de concentrarse en objetivos cerca de su frontera. Pero este sigue siendo un cambio de política importante por parte de los principales aliados de Kyiv.
Incluso con un alcance más corto, de hasta 70 km, los lanzacohetes múltiples como HIMARS pueden interrumpir significativamente las operaciones logísticas rusas y el movimiento de tropas, lo que en última instancia ralentizará cualquier plan ofensivo.
Ahora, Ucrania puede “golpear lugares donde el enemigo concentró sus tropas, equipos e instalaciones de almacenamiento de suministros que se utilizan para atacar a Ucrania”, dice Yuriy Povkh del grupo táctico de Kharkiv que coordina las operaciones militares en el noreste.
A principios de esta semana, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, declaró que Rusia estaba reuniendo sus tropas a solo 90 km de Kharkiv para otra ofensiva.
Y el Instituto para el Estudio de la Guerra analizó imágenes de satélite y confirmó que había “actividades ampliadas en depósitos y almacenes” en esa área. Por lo tanto, la capacidad de apuntar a esas instalaciones fortalecerá seriamente la capacidad de las fuerzas ucranianas para repeler nuevos ataques en la región.
Levantar la prohibición de armas occidentales, sin embargo, es poco probable que ayude a proteger a Ucrania de las bombas planeadoras rusas conocidas localmente como KAB. Tienen un efecto devastador y se utilizan regularmente para bombardear Kharkiv y otras ciudades fronterizas. Pero para detener tales ataques, las fuerzas ucranianas deben apuntar a los aviones que lanzan esas letales KAB.
La única arma capaz de interceptar esos aviones que Ucrania tiene a su disposición en este momento es el sistema de defensa aérea Patriot de EE. UU. Sin embargo, llevar esta arma cerca de Kharkiv es un gran riesgo. Los drones espía pueden detectarlo rápidamente y Moscú puede lanzar misiles como Iskander para destruir este costoso sistema.
Curiosamente, el Reino Unido y Francia, que proporcionan a Ucrania misiles de crucero lanzados desde el aire Storm Shadow (o Scalp como se les llama en Francia), no han restringido explícitamente su uso. Y su alcance puede llegar hasta 250 km. De hecho, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo a los periodistas la semana pasada: “Deberíamos permitir [a Ucrania] neutralizar los sitios militares desde los cuales se disparan los misiles y, básicamente, los sitios militares desde los cuales se ataca a Ucrania”.
Y tal retórica se ve como un permiso para usar Storm Shadows/Scalps, dijo a la BBC un oficial de aviación militar que prefiere permanecer en el anonimato. Entonces, dice, Ucrania ahora puede golpear aeródromos en las regiones de Kursk y Belgorod que limitan con Ucrania.
Sin embargo, tales operaciones estarán limitadas en términos de lo que pueden lograr. Los Su-24 ucranianos equipados con estos misiles de crucero tendrán que acercarse a la frontera rusa para lanzarlos, lo que los hace vulnerables a los sistemas de defensa aérea rusos. Los aviones F-16 que se esperan para fin de año están mejor equipados para tales tareas. Pero el presidente Zelensky admite que aún no está claro si los socios de Ucrania permitirán que estos aviones se utilicen para atacar objetivos en Rusia.
“Creo que usar cualquier tipo de arma occidental en el territorio de Rusia es cuestión de tiempo”, dijo en la cumbre nórdica en Estocolmo el viernes.
Las fuerzas ucranianas están tratando de desarrollar sus propias armas para golpear objetivos en la retaguardia de Rusia. Algunos de sus drones han atacado depósitos de petróleo e instalaciones militares a cientos de kilómetros de la frontera.
El último ataque fue a una estación de radar de largo alcance en la ciudad de Orsk, que está a 1800 km de la frontera ucraniana. Please only provide Spanish text written by a B2 level Spanish speaker.