Mark Cuban, el magnate de negocios multimillonario y estrella de “Shark Tank”, desmintió las especulaciones de que se postulará para la Casa Blanca en 2028, incluso cuando se ha convertido en una voz destacada en contra de la agenda de Donald Trump en Washington.
El dueño minoritario de los Dallas Mavericks fue preguntado si su nombre estaría en una boleta electoral en un futuro cercano en la convención Principles First, una reunión de conservadores que se sienten políticamente sin hogar en la versión MAGA de Trump del partido.
“Ni loco. No va a suceder”, dijo Cuban, antes de bromear con la multitud reunida en el JW Marriott en Washington, D.C., aproximadamente a tres cuadras de la Casa Blanca, y luego bromeó: “Bueno, si ustedes escriben y yo no tengo [una campaña]”.
“No, no quiero ser Presidente. Preferiría joder la atención médica”, un guiño a la compañía de medicamentos Cost Plus que lanzó recientemente.
Cuban ha insinuado una candidatura presidencial en el pasado, explorando postularse como Independiente en 2020 y contratando a un encuestador para evaluar sus perspectivas. Finalmente decidió no hacerlo y brindó su apoyo a Joe Biden. Algunas encuestas recientes incluso han incluido su nombre en una lista de candidatos para 2028 que lo tenían obteniendo cierto apoyo en un campo abarrotado.
Cuban fue un sustituto en la campaña presidencial de la vicepresidenta Kamala Harris y la apoyó en estados clave como Nevada y Wisconsin.
“Quiero decir, en realidad es bastante divertido”, dijo Cuban. “Aprendí que los demócratas no pueden vender nada”.
Luego agregó que si los demócratas quieren aprender a vender sus ideas al público estadounidense, deberían mirar a Trump como ejemplo.
“No significa … que pueda ejecutar eso”, dijo Cuban. “En este momento, todavía está en la etapa de vender, y creo que ahora la gente está empezando a preguntar, está bien, es genial venderlo ahora, ¿puedes ejecutarlo?”
“Donald Trump pone la publicidad por encima de la política. No quiere gobernar. Quiere vender”, agregó Cuban.
Cuban no cree que Trump realmente cumplirá con su lista de promesas de campaña, y eso debería ser beneficioso para los demócratas, si pueden hacer el caso de manera efectiva. Criticó a los demócratas por ser “demasiado reflexivos” ante los caprichos de Trump, una táctica que intentaron en 2024 cuando Harris enfatizó a Trump como una amenaza para la democracia.
“Creo que hay demasiada reflexología. ‘Trump es un desastre'”, dijo Cuban. “¿Cómo funcionó eso en la campaña? No funcionó”.
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