La tecnología militar francesa está siendo utilizada en la brutal guerra civil de Sudán en violación de un embargo de armas de la ONU, dijo la organización de derechos Amnesty International.
Dice que la milicia Fuerzas de Apoyo Rápido está utilizando vehículos suministrados por los Emiratos Árabes Unidos equipados con el sistema en la región de Darfur mientras lucha contra el ejército.
“Nuestra investigación muestra que armamento diseñado y fabricado en Francia está en uso activo en el campo de batalla en Sudán”, dijo la Secretaria General de Amnesty, Agnès Callamard.
Las autoridades francesas no han respondido a las acusaciones mientras que los Emiratos Árabes Unidos han negado previamente armar a las RSF.
El sistema de defensa Galix, fabricado en Francia por las empresas KNDS y Lacroix, se utiliza para las fuerzas terrestres para ayudar a contrarrestar los ataques a corta distancia.
Amnesty dijo que las armas podrían ser utilizadas para cometer o facilitar graves violaciones de derechos, añadiendo que el gobierno francés debe asegurar que las empresas “cesen inmediatamente el suministro de este sistema a los Emiratos Árabes Unidos”.
El grupo de derechos compartió imágenes, que dijo haber verificado, de vehículos destruidos en el suelo que tenían el sistema Galix visible en ellos.
“Si Francia no puede garantizar a través de controles de exportación, incluida la certificación del usuario final, que las armas no serán reexportadas a Sudán, no debería autorizar esas transferencias”, dijo.
La ONU impuso por primera vez un embargo de armas en Darfur en 2004, tras las acusaciones de limpieza étnica contra la población no árabe de la región.
Amnesty ha pedido que el embargo se amplíe al resto de Sudán, y que se refuerce su mecanismo de monitoreo tras el estallido de una guerra civil el año pasado.
Amnesty ha instado a todos los países a dejar de suministrar directa e indirectamente armas a las facciones en lucha de Sudán.
Las RSF paramilitares, lideradas por el general Mohamed Hamdan Daglo, han estado en guerra con el ejército regular de Sudán bajo Abdel Fattah al-Burhan desde abril de 2023 cuando los dos antiguos aliados tomaron las armas uno contra el otro en una feroz lucha por el poder.
Se ha acusado a las RSF de limpieza étnica en Darfur, lo cual han negado, culpando a milicias locales.
Ambas partes han sido acusadas de cometer crímenes de guerra, con la lucha continua dejando miles de muertos y millones desplazados.