Un joven de 21 años se ha convertido en el último TikToker ugandés en ser enviado a prisión después de crear un video que se dijo que insultaba al presidente Yoweri Museveni. Emmanuel Nabugodi compareció para la sentencia el lunes después de declararse culpable la semana pasada de cuatro cargos, incluidos el discurso de odio y la difusión de información maliciosa sobre el presidente. Fue condenado a 32 meses de cárcel. Nabugodi, conocido por compartir contenido de comedia con sus 20,000 seguidores, hizo una película de un juicio simulado del jefe de estado. En él pidió el azote público de Museveni. Los grupos de derechos han denunciado con frecuencia las restricciones a la libertad de expresión en el país, alegando que el presidente, en el poder desde 1986, no tolera las críticas. En julio, Edward Awebwa recibió una sentencia de seis años por cargos similares a los de Nabugodi relacionados con una publicación en TikTok. Tres personas más están a la espera de juicio por contenido en la aplicación de redes sociales. Al dictar la sentencia de Nabugodi, Stellah Maris Amabilis, la jueza principal del tribunal de Entebbe, dijo que no mostraba remordimiento y que la sentencia ayudaría a prevenir los ataques en redes sociales contra personas, incluido el presidente. “Este tribunal espera que para cuando el convicto salga de la cárcel, haya aprendido que abusar de las personas en nombre de obtener contenido es malo”, dijo. Añadió que tenía derecho a apelar la sentencia en un plazo de 14 días. Fue condenado bajo una enmienda controvertida en 2022 a la Ley de Uso Indebido de Computadoras. Lo hizo ilegal “escribir, enviar o compartir cualquier información a través de una computadora que probablemente ridiculice, degrade o menosprecie a otra persona, grupo de personas, tribu, etnia, religión o género”. En su informe de derechos humanos sobre Uganda del año pasado, el Departamento de Estado de los EE. UU. dijo que “las autoridades utilizaron esta ley para intimidar a los usuarios de Internet para que no criticaran las políticas gubernamentales”. Los grupos de derechos también denuncian regularmente a las autoridades ugandesas por violaciones de los derechos humanos y la libertad de expresión. En 2022, el galardonado autor ugandés Kakwenza Rukirabashaija fue acusado de dos cargos de “comunicación ofensiva” después de hacer comentarios desfavorables sobre el presidente y su hijo en Twitter. Huyó del país a Alemania después de pasar un mes en la cárcel, donde dijo que había sido torturado.
