El Presidente de Rwanda, Paul Kagame, temido y admirado por igual, busca extender su mandato de 24 años en unas elecciones en las que los analistas dicen que ganará por un aplastante margen. Ha dominado todas las elecciones desde que se convirtió en presidente en 2000, con más del 90% de los votos. En 2017 ganó con un asombroso 99%. Kagame, de 66 años, se enfrenta a los únicos dos contendientes autorizados para postularse, ya que otros candidatos fueron prohibidos por la comisión electoral controlada por el estado. Desde que sus fuerzas rebeldes tomaron el poder al final del genocidio de 1994, en el que murieron unos 800,000 tutsis étnicos y hutus moderados, el presidente Kagame ha estado al mando de la política de Rwanda. Desde entonces, ha sido elogiado por supervisar el renacimiento dramático del país y unificarlo. Rwanda fue esencialmente descartada hace 30 años, pero gracias en parte al liderazgo de Kagame y su partido gobernante, Rwanda logró construir algo de estabilidad”, dijo el Dr. Felix Ndahinda, un experto en la región de los Grandes Lagos, a la BBC. Sin embargo, sus críticos han acusado al Sr. Kagame de no permitir ninguna oposición, llegando al extremo de orquestar asesinatos de disidentes transfronterizos. Kagame siempre ha defendido ferozmente el historial de Rwanda en materia de derechos humanos, diciendo que su país respeta las libertades políticas. Pero un analista le dijo a la BBC que las elecciones eran una mera “formalidad”. Según el organismo electoral, unos nueve millones de personas están registradas para votar, y al menos dos millones son votantes por primera vez. Un ganador provisional debería ser conocido para el martes por la mañana. Los votantes elegirán al presidente y a 53 miembros de la Cámara Baja del Parlamento el lunes, mientras que otros 27 diputados serán elegidos al día siguiente. “Estoy muy emocionada por votar por primera vez, no puedo esperar”, dijo Sylvia Mutoni a la BBC. Para la mayoría de los jóvenes en Rwanda, Kagame es el único líder que han conocido. Incluso cuando fue vicepresidente y ministro de defensa de 1994 a 2000, él fue el verdadero líder del país, y ha sido presidente desde 2000. Los dos candidatos de la oposición, Frank Habineza, del Partido Verde Democrático e independiente Philippe Mpayimana, se postularon en las elecciones de 2017, donde obtuvieron poco más del 1% de los votos entre ambos. Pero no se desaniman. “Creo que la democracia es un proceso”, dijo Habineza a la BBC Focus on Africa podcast. “La gente todavía tiene miedo de expresar sus opiniones. Estoy luchando por la libertad de expresión, la libertad de prensa”, dijo. Y algunos rwandeses lo están escuchando. Un votante le dijo a la BBC que no votaría por el presidente en funciones. Celestin Mutuyeyezu, de 28 años, solía apoyar a Kagame, pero estas elecciones han sido influenciadas por Habineza. “Dijo cosas geniales sobre combatir el desempleo, y me convenció”, dijo. Pero derrotar al presidente Kagame puede resultar difícil. Diane Rwigara, una crítica abierta del presidente, fue excluida de postularse en las elecciones. También fue descalificada en 2017. “Rwanda se presenta como un país donde la economía ha estado creciendo. Pero en el terreno, es diferente. La gente carece de lo básico en la vida, comida, agua, refugio”, dijo a la BBC. La comisión electoral dijo que no había presentado la documentación correcta. Aunque el país sigue luchando con altas tasas de desempleo juvenil, es una de las economías de más rápido crecimiento en África. Kagame es reconocido por la notable transformación económica y la estabilidad de Rwanda en las últimas tres décadas. Rwanda es conocida mundialmente por su capital limpia y por tener la mayor proporción de mujeres parlamentarias del mundo, un 61%. En el libro Rwanda, Inc. las autoras estadounidenses Patricia Crisafulli y Andrea Redmond describen a Kagame más como un CEO de empresa que como un líder político debido a “su impulso por la excelencia” en todos los sectores del país. También es un político astuto. A pesar de criticar con frecuencia a Occidente, intenta cultivar aliados útiles, por ejemplo, trabajando con el Reino Unido en su esquema ahora abandonado para deportar solicitantes de asilo a Rwanda. Rwanda también ha estado ejerciendo su poder blando en el escenario internacional, construyendo su atractivo a través del deporte, la cultura y el entretenimiento. El pequeño país del este de África es sede de la Liga Africana de Baloncesto, en asociación con la NBA. Acogió la Reunión de Jefes de Gobierno de la Commonwealth en 2022 y estrellas internacionales como Kendrick Lamar han dado conciertos allí. Pero la diplomacia de Kagame también tiene un lado muy duro. Las elecciones se producen días después de que un informe de la ONU dijera que había unos 4,000 soldados ruandeses en la vecina República Democrática del Congo, donde se les acusa de apoyar al grupo rebelde M23. Rwanda no negó la acusación y dijo a la BBC que el gobierno de la RD Congo carecía de la voluntad política para resolver la crisis en su este rico en minerales, que ha sido escenario de décadas de inestabilidad. En la campaña, Kagame prometió proteger a Rwanda de “la agresión externa” en medio de tensiones con los vecinos de la RD Congo y Burundi.
