El gobierno militar de Burkina Faso ha anunciado la prohibición de actos homosexuales, convirtiéndose en el último estado africano en reprimir las relaciones entre personas del mismo sexo a pesar de la fuerte oposición de las potencias occidentales.
La homosexualidad era mal vista en el conservador estado de África Occidental, pero nunca fue ilegal.
El Ministro de Justicia Edasso Rodrigue Bayala dijo que el gabinete de la junta militar aprobó una legislación para convertirlo en un delito punible, pero no dio más detalles.
El ejército tomó el poder en Burkina Faso en 2022 y se ha acercado a Rusia después de reducir drásticamente los lazos con la antigua potencia colonial, Francia.
Los actos homosexuales fueron despenalizados en Rusia en 1993, pero el gobierno del presidente Vladimir Putin ha estado reprimiendo a la comunidad LGBTQ, incluida la prohibición de lo que llama “propaganda de relaciones sexuales no tradicionales”.
La decisión de Burkina Faso de prohibir las relaciones homosexuales es parte de una revisión de sus leyes matrimoniales.
La nueva legislación, que aún necesita ser aprobada por el parlamento controlado por los militares y firmada por el líder de la junta Ibrahim Traoré, solo reconoce los matrimonios religiosos y consuetudinarios.
“De ahora en adelante, la homosexualidad y las prácticas asociadas serán castigadas por la ley”, citó el ministro de justicia a la agencia de noticias AFP.
El Capitán Traoré tomó el poder en septiembre de 2022 después de derrocar a otro gobernante militar, el Teniente Coronel Paul-Henri Damiba, acusándolo de no lograr sofocar una insurgencia islamista que ha afectado a Burkina Faso desde 2015.
Burkina Faso fue uno de los 22 de los 54 estados africanos donde las relaciones entre personas del mismo sexo no eran criminalizadas.
A diferencia de muchas antiguas colonias británicas, no heredó leyes anti-homosexualidad después de la independencia de Francia en 1960.
Los musulmanes representan alrededor del 64% de la población de Burkina Faso y los cristianos el 26%. El 10% restante de las personas sigue religiones tradicionales o no tienen fe.
Muchos estados africanos han adoptado una postura más dura contra la comunidad LGBTQ en los últimos años.
Uganda es uno de los que ha adoptado legislación para reprimir aún más a la comunidad, a pesar de la fuerte condena de grupos locales de derechos humanos y potencias occidentales.
La hija del presidente de Camerún recibió reacciones mixtas después de declararse lesbiana la semana pasada.
Brenda Biya, que vive en el extranjero, dijo que esperaba que su declaración ayudara a cambiar la ley que prohíbe las relaciones entre personas del mismo sexo en el país.
Camerún ha sido gobernado con mano de hierro por su padre de 91 años, Paul Biya, desde 1982.
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[Imágenes de Getty/BBC]
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