El ministro de Justicia de Alemania, Marco Buschmann, ha advertido enérgicamente contra viajar a Rusia después de un importante intercambio de prisioneros entre Rusia, Bielorrusia y varios países occidentales la semana pasada.
“Nadie ha estado seguro en Rusia durante mucho tiempo”, dijo Buschmann a la revista de noticias Stern.
“Y aconsejo firmemente no viajar a un país donde nadie está seguro a menos que sea absolutamente necesario”, dijo Buschmann.
“No puedo aliviar la preocupación de nadie de que Putin creará más presos políticos”.
El intercambio de prisioneros el jueves vio a Moscú liberar a 16 personas, incluido el periodista estadounidense Evan Gershkovich y el exmarine Paul Whelan.
A cambio, Moscú recibió a varios criminales condenados, incluido el agente de servicio secreto y asesino Vadim Krasikov, que estaba en prisión en Alemania por asesinato.
Buschmann dijo que dudaba de si la parte rusa cumpliría con el acuerdo. Dijo que ni siquiera cuando el avión con los prisioneros liberados aterrizó en Colonia/Bonn, podían estar seguros.
Buschmann dijo que el servicio de inteligencia doméstica ruso FSB usa frecuentemente veneno “para dañar la vida o la salud de las personas directa o indirectamente” de manera maliciosa.
Después de que el avión aterrizara en Alemania, los prisioneros liberados se sometieron a un examen médico. “Esa fue mi mayor preocupación: que Rusia los hubiera envenenado antes del vuelo. Pero según lo que sabemos hasta ahora, gracias a Dios, ese no es el caso”.