El presidente ruso Vladimir Putin ha ofrecido lo que él llamó “apoyo total” para África, incluyendo en la lucha contra el terrorismo y el extremismo.
El discurso fue leído en una cumbre en el complejo turístico del Mar Negro de Sochi por el Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, a sus homólogos africanos.
Varios gobiernos africanos han cortado lazos con aliados occidentales tradicionales y están buscando ayuda en Moscú para hacer frente a los frecuentes ataques de los yihadistas.
Durante la cumbre, el Ministro de Relaciones Exteriores de Burkina Faso, Karamoko Jean-Marie Traoré, dijo que Rusia era un socio internacional más adecuado que la antigua potencia colonial, Francia.
Es una opinión compartida por varias de las antiguas colonias de Francia, y fue reiterada por el Ministro de Relaciones Exteriores de Malí, Abdoulaye Diop, quien contrastó la “sincera” asociación del Kremlin con la relación “neo-colonial” de las potencias occidentales.
Dijo que además de la cooperación militar, Malí está explorando otros proyectos conjuntos en los sectores de energía, telecomunicaciones, tecnología y minería.
“Las empresas rusas están trabajando en todas estas áreas con el gobierno maliense y socios privados en Malí para ofrecer soluciones a los desafíos que enfrenta el pueblo maliense. Ambas partes han acordado acelerar el ritmo para garantizar resultados rápidos”, dijo en el segundo y último día de la conferencia de ministros de Relaciones Exteriores de África.
Los mercenarios de Wagner, ahora rebautizados bajo el nombre de Africa Corps por el Ministerio de Defensa de Rusia, fueron la opción preferida de los líderes militares que ordenaron a las tropas francesas y de la ONU que se fueran.
La ayuda de Rusia, a menudo a cambio de acceso a materias primas, también viene con la promesa de que no habrá intromisión en los asuntos internos de un país o lecciones sobre cómo llevar a cabo una elección.
Sin embargo, las expediciones militares de Rusia a Burkina Faso, Malí y Níger han ayudado a proteger a los líderes de la junta allí, pero no han logrado hacer mucho progreso en la lucha contra los militantes islamistas.
No obstante, el Kremlin está alardeando de estos nuevos amigos, con la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zakharova, diciendo que la conferencia ha frustrado las esperanzas occidentales de aislar a Rusia.
La conferencia que tuvo lugar el sábado y domingo se produce después de dos cumbres Rusia-África en 2019 y 2023.
Y Lavrov dijo que las relaciones de Rusia con África se están fortaleciendo “cada vez más” con progreso “en todos los ejes”.
El discurso de Putin subrayó este punto.
“Me gustaría reiterar que nuestro país seguirá proporcionando apoyo total a nuestros amigos africanos en diferentes sectores: asegurando el desarrollo sostenible, la lucha contra el terrorismo y el extremismo, combatiendo epidemias, problemas alimentarios y las consecuencias de desastres naturales”, dijo.
Ruanda, cuyo Ministro de Relaciones Exteriores Olivier Nduhungirehe también estaba en Sochi, es uno de varios países africanos que ya han firmado acuerdos con Moscú para obtener ayuda en la construcción de una planta de energía nuclear.
Dijo a la agencia de noticias AFP que cientos de estudiantes ruandeses se han graduado de universidades rusas, incluidos “aquellos que se especializan en ciencias nucleares”.
“Esperamos poder formar a un cierto número de gestores científicos especializados en este campo”, añadió.
Hace cinco años, Putin prometió duplicar el comercio con África, pero esto no ha sucedido.
Pero usando otros medios, que Occidente ve como desestabilizadores en el continente, la influencia de Rusia ha crecido significativamente.
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[Getty Images/BBC]
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