Los Angeles Dodgers’ Shohei Ohtani está en ello de nuevo.
La superestrella de los Dodgers de Los Angeles conectó su cuadragésimo segundo jonrón y robó su cuadragésima segunda base el viernes por la noche, rompiendo el récord de las Grandes Ligas de batear un cuadrangular y robar una base en el mismo juego.
Es la decimocuarta vez que Ohtani logra la hazaña, superando la marca de 13 juegos de Rickey Henderson establecida en 1986 con los New York Yankees.
Las heroicidades de Ohtani ocurrieron una noche después de convertirse en el primer jugador en la historia de las Grandes Ligas en alcanzar los 50 jonrones y 50 bases robadas en una temporada.
“En los últimos dos juegos ha estado muy concentrado”, dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts.
Llegó a primera base con un sencillo por el cuadro interior en la séptima entrada y luego robó la segunda base.
El cuadragésimo segundo jonrón de Ohtani, un lanzamiento de 3-2 de Kyle Freeland, viajó 423 pies hacia el jardín central, anotando a Max Muncy y poniendo a los Dodgers adelante 3-2 con dos outs en la quinta entrada.
Ohtani sigue mostrando un estilo para lo dramático durante su histórica primera temporada con los Dodgers.
En Miami el jueves, Ohtani tuvo el primer juego de tres jonrones de su carrera, todos después del sexto inning, su primer juego de seis hits y un récord de franquicia y carrera de 10 carreras impulsadas. Nadie en la historia de las Grandes Ligas lo había hecho antes.
Terminó la noche con 51 jonrones y 51 bases robadas.
También robó dos bases y casi logra el ciclo, pero fue atrapado en tercera tratando de extender su segundo doble en un triple mientras mostraba su rara combinación de velocidad y poder.
Ohtani fue recibido con una ovación de pie al encabezar la primera entrada el viernes. Los cánticos de “¡MVP! ¡MVP!” resonaron y los fanáticos se mantuvieron de pie con sus teléfonos listos para grabar su turno al bate. Ohtani falló al abanicar, pero la multitud aplaudió nuevamente mientras regresaba al dugout.
Las repeticiones de la noche histórica de Ohtani se reprodujeron en la pantalla de video durante la práctica de bateo.
“A la gente le gusta ver la grandeza”, dijo Roberts, “y él pasará a la historia como uno de los grandes de todos los tiempos”.
El manager de los Rockies, Bud Black, se maravilló de los logros de Ohtani, aunque preferiría que la superestrella no siga mejorando sus credenciales hasta que termine la serie de tres juegos.
“Puede empezar el lunes”, dijo Black.
Claramente, Ohtani no recibió el mensaje.
También conectó dos sencillos en su undécima actuación con tres hits de la temporada.
Los mejores récords anteriores de Ohtani fueron 46 jonrones y 26 bases robadas en 2021, cuando ganó el primero de sus dos premios al Jugador Más Valioso de la Liga Americana mientras jugaba para los Ángeles de Los Ángeles.
Ahora es el favorito para los honores de MVP de la Liga Nacional.
Parece que no hay límites para Ohtani.
Fue el jugador más rápido en alcanzar la marca de 40-40 con un grand slam en la novena entrada contra Tampa Bay en su juego número 126 el 23 de agosto.
Ahora le quedan nueve juegos para ver qué más puede lograr en la temporada regular.
“Conociéndolo, probablemente esté pensando en 60-60”, dijo Roberts. “Diría que es muy poco realista, pero con él todo es posible”.
Los Dodgers aseguraron un puesto en la postemporada por duodécima temporada consecutiva con su paliza de 20-4 sobre los Marlins el jueves. No es nada nuevo para ellos, pero sí para Ohtani. Ha jugado 865 juegos sin hacer una aparición en la postemporada, más que cualquier otro jugador activo.
“Él estará muy preparado y enfocado”, dijo Roberts. “Creo que todo el mundo está ansioso por verlo en octubre”.
Ohtani dejó claro al firmar un contrato de 700 millones de dólares por 10 años con los Dodgers en diciembre pasado que competir por un campeonato es lo que lo impulsa.
“El objetivo número uno es llegar a la postemporada y ganar la Serie Mundial”, dijo el mes pasado.
Durante sus seis temporadas con los Ángeles de Los Ángeles, nunca llegaron a los playoffs ni tuvieron un récord ganador.
Los Dodgers, líderes de la División Oeste de la Liga Nacional, buscan asegurar su undécimo título divisional en 12 temporadas.
Las asombrosas hazañas de Ohtani están ocurriendo durante una temporada en la que su amigo más cercano lo traicionó y él no está lanzando mientras se recupera de una cirugía de codo la temporada pasada.
Se saltó el Derby de Jonrones durante el fin de semana del Juego de Estrellas en julio para evitar posibles lesiones adicionales, aunque como bateador designado conectó un jonrón de tres carreras en la derrota de la Liga Nacional.
No lanzar ha mantenido los brazos y las piernas de Ohtani más frescos y rápidos, permitiéndole enfocarse y mejorar en otras partes de su juego. Ha perfeccionado su técnica de correr y robar bases, aprendiendo a tener buenos arranques frente a los lanzadores rivales estudiando videos de sus tendencias.
Los fanáticos de los Dodgers podrían estar presenciando un lado de una vez en la generación del juego de Ohtani. Una vez que vuelva a lanzar cada cinco días el próximo año, es posible que sus piernas no le permitan robar tantas bases.
El efecto Ohtani también es visible fuera del campo.
Los fanáticos crearon escenas caóticas en y alrededor del Dodger Stadium durante sus dos entregas de figuras de acción. La promoción final de Ohtani es el sábado cuando se regalarán camisetas con su imagen a los primeros 40,000 fans.
Los turistas japoneses acuden en masa al estadio para hacer recorridos, lo que ha llevado al equipo a agregar más guías que hablan japonés. El equipo también ha firmado un montón de patrocinadores japoneses.
“Él es único”, dijo Roberts.