El invicto estadounidense Shakur Stevenson retuvo su título mundial de peso ligero del Consejo Mundial de Boxeo con una victoria por decisión unánime sobre Artem Harutyunyan el sábado en Newark, Nueva Jersey.
Stevenson mejoró a 22-0 con 10 victorias por la vía rápida, defendiendo por primera vez el título que ganó con una estrecha decisión sobre el pegador dominicano Edwin De Los Santos en noviembre pasado.
Eso convirtió a Stevenson en un campeón mundial de tres pesos, pero fue una actuación poco convincente de ambos luchadores y Stevenson hizo poco el sábado para silenciar a los críticos que exigían más emociones en su última pelea bajo contrato con el promotor Top Rank.
Después de un comienzo lento que dejó a los aficionados en el Prudential Center de la ciudad natal de Stevenson inquietos, Stevenson comenzó a desgastar al retador nacido en Armenia y residente en Alemania con una serie de golpes al cuerpo en el sexto asalto.
Mantuvo un ritmo medido hasta el duodécimo, con los jueces anotando a favor del campeón 119-109, 118-110 y 116-112.
Harutyunyan, en su primera pelea por un título mundial, cayó a 12-2 con siete victorias por la vía rápida.
En la misma cartelera, el brasileño Robson Conceicao destronó al campeón mundial de peso superpluma del CMB, O’Shaquie Foster, con una polémica victoria por decisión dividida en 12 asaltos.
La mandíbula de Foster cayó en consternación atónita al escuchar las puntuaciones después de una pelea en la que él, y muchos espectadores, sintieron que había hecho lo suficiente contra un oponente que no parecía haber lanzado golpes dañinos.
Pero dos jueces vieron la pelea a favor de Conceicao por 116-112 y 115-113, mientras que el tercero la anotó 116-112 a favor de Foster.
“Creo que fui realmente el ganador”, dijo Conceicao, un medallista de oro olímpico en 2016 que mejoró a 19-2 con un empate y nueve nocauts.
“Intenté mucho más. Él no vino a pelear, en realidad estaba corriendo, corriendo, corriendo, yo seguía golpeando, así que fui el ganador”.
Foster cayó a 22-3 con 12 nocauts.
“Pensé que era un dominio total”, dijo Foster. “No me tocaron excepto con un cabezazo. No sé, hombre… quiero una revancha”.