Segunda planta desalinizadora para Vega Baja.

La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha activado procedimientos para promover la segunda planta desaladora en la Vega Baja. La autoridad de la cuenca fluvial ha dicho que está preparando “información preliminar” para formular las especificaciones y sacar a licitación la redacción del proyecto, un documento que debe determinar la ubicación y tamaño de la instalación.

Se trata de una iniciativa que la CHS dice que está contemplada en el plan de cuenca revisado para el ciclo 2022-2027. El grupo no ofrece más detalles, pero es probable que la propuesta se construya en la Vega Baja.

En conversaciones entre el presidente de la CHS, Mario Urrea, y los principales representantes de los regantes que se beneficiarían de estos nuevos recursos, se señaló a Orihuela Costa como la ubicación más probable con una capacidad para generar agua desalada de 60 hectómetros por año.

Esto se sumaría a los 80 que actualmente produce la planta desaladora de Torrevieja, cuya ampliación está en marcha para llegar a producir hasta 120. Casi el 80% del caudal producido por Torrevieja se utiliza para regar zonas en las regiones de Murcia y Almería.

La futura planta podrá satisfacer una demanda que ha aumentado considerablemente en los últimos dos años debido a la subvención del Estado al coste del agua para los regantes, al mismo tiempo que las decisiones del Gobierno anticipando la reducción de la transferencia de agua Tajo-Segura para riego aumentan.

Los regantes que se beneficiarían de la infraestructura, sin embargo, muestran mucho escepticismo sobre la propuesta. Una planta desaladora necesita estar ubicada cerca de la costa para que el coste de bombear agua de mar y la infraestructura para evacuar la salmuera no se dispare.

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La planta propuesta, si finalmente se dimensiona para producir 60 hectómetros, requeriría una considerable superficie de terreno, sin embargo, los únicos terrenos disponibles que quedan libres en Orihuela Costa son urbanos – con precios astronómicos – o protegidos. En la zona de Orihuela Costa solo hay terrenos disponibles en la zona interior más allá de la autopista AP-7, lo que requeriría la construcción de colectores de varios kilómetros de longitud y bombear el agua por encima del nivel del mar.

Además, la ubicación altamente improbable en una zona destinada a la construcción de viviendas turísticas se ve agravada por el coste de la propia planta y las dificultades para sacar el proyecto adelante. Otro obstáculo sería el alto coste energético del proceso de desalinización. La Planta de Torrevieja tiene un contrato anual de suministro energético que cuesta alrededor de 40 millones de euros.

Solo para reducir el coste de producir un metro cúbico de agua de mar desalinizada en unos pocos céntimos de euro – que es aproximadamente un euro – se construirá una planta solar de 150 hectáreas, cuya ubicación en la llanura de Campo de San Miguel de Salinas ya ha provocado un gran rechazo social.