“It’s always the right time, it just becomes more the right time, because these things seem to never end,” Ross said. “The Dozier story is a dark chapter in our history that needs to be remembered and acknowledged. I hope that our film can shed light on the injustices that were committed at that institution and spark conversations about the systemic racism that still exists today.”
The recognition at the Academy Awards is a validation of the importance of telling these stories and ensuring that the victims are not forgotten. The film serves as a reminder of the atrocities that occurred at Dozier and the need for accountability and justice for those who suffered.
As the world watches the Oscars next month, the spotlight will be on the Nickel Boys and the brutal reality of state-sanctioned racism in Florida. It is a reminder that we must confront our past in order to create a more just and equitable future for all.” El gobierno de Donald Trump está atacando los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI); y en Florida, a pesar de una disculpa oficial por los abusos en Dozier en 2017 y la apertura de un fondo de compensación de $20 millones para las víctimas, el gobernador de extrema derecha, Ron DeSantis, es acusado de ser “activamente hostil” hacia la comunidad negra.
“Me ha hecho pensar en la forma en que la historia se está borrando contemporáneamente y en la forma en que la historia puede ser como una especie de monumento experiencial”, dijo Ross.
“Lo que me parece interesante al hacer un trabajo sobre la justicia, y me gusta ver esta película como una especie de justicia visual, es que siempre es el momento adecuado, simplemente se vuelve más el momento adecuado, porque estas cosas parecen nunca terminar.
“Espero estar equivocado, pero estoy seguro de que será una película del momento en 10 años debido a la forma en que van las cosas y cómo han ido.”