Se han perdido 27,000 hogares asequibles

Desde principios de la década de 1980, se construyeron viviendas de protección oficial (VPO) en las Islas Baleares. Las VPO eran viviendas subvencionadas. La administración pública (el Gobierno Balear a partir de 1983) organizó la construcción y fijó precios asequibles para la venta.

Como forma de vivienda social, las VPO eran un programa a nivel nacional. Era un buen programa en el sentido de que permitía a personas con ingresos más bajos comprar propiedades a precios mucho más bajos que en el mercado abierto. Pero en el contexto de la situación actual de la vivienda, había una gran falla en el programa. Después de treinta años, las viviendas podían ser vendidas en el mercado libre. Los propietarios obtenían grandes beneficios y los gobiernos perdían viviendas de protección social.

En las Islas Baleares, se construyeron un total de 27,546 viviendas. De estas, 10,427 aún no han alcanzado el límite de treinta años. Según la ley en el momento de su construcción, estas viviendas pueden ser vendidas en el mercado libre. Las otras 17,000 aproximadamente ya han sido vendidas.

El Gobierno español quiere detener esto y proteger las viviendas construidas con dinero público para que nunca puedan ser vendidas en el mercado libre. Es probable que se introduzca una legislación en este sentido. Mientras tanto, la legislación no es necesaria en las Islas Baleares, a menos que el gobierno actual cambie las reglas (lo que casi con seguridad no hará).

En 2018, el gobierno anterior legisló para evitar la venta de viviendas VPO después de 30 años, es decir, nuevas viviendas. Las VPO pertenecerán en última instancia a los gobiernos en perpetuidad. La precaria situación de la vivienda social había quedado clara en 2018. Los municipios individuales se estaban quedando sin VPO. En Pollensa, por ejemplo, no quedaba ninguna VPO.

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Desde 2018, la política de vivienda ha cambiado hacia la vivienda social en alquiler en lugar de en venta. El gobierno actual está preparando una nueva ley de vivienda y no se espera que cambie de rumbo. Hasta ahora, sus iniciativas desde que asumió el cargo han sido principalmente una mezcla de viviendas de ‘precio limitado’ en venta y en alquiler, siendo las propiedades en venta principalmente conversiones de locales comerciales.

Hay una necesidad desesperada de más viviendas sociales, su disponibilidad se indica al tener en cuenta el total de viviendas en las Islas Baleares. Si el gobierno hubiera retenido las 27,546 VPO, representarían poco más del cuatro por ciento de las 652,123 viviendas. Pero el gobierno no ha podido retenerlas.